«Si vamos a sancionar a PDVSA, ello tendrá un impacto en el pueblo entero, en el ciudadano común y corriente. El contraargumento es que el pueblo sufre tanto por la falta de alimentación, seguridad, medicinas, salud pública, que en este momento quizá la mayor resolución sería acelerar el colapso aunque ello produzca un período de sufrimiento de meses o quizá años». (William Brownfield, exembajador en Venezuela desde agosto de 2004 hasta julio de 2007. También fue embajador en Chile y Colombia. Actualmente labora en el Centro de Estudios Estratégicos Internacionales)
«La mayoría de los cubanos apoyan a Castro (…) No existe una oposición política efectiva (…) El único modo efectivo para hacerle perder el apoyo interno (al Gobierno) es provocar el desengaño y el desaliento mediante la insatisfacción económica y la penuria (…) Hay que poner en práctica rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica (…) negándole a Cuba dinero y suministros con el fin de reducir los salarios nominales y reales, con el objetivo de provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno». (Lester Mallory, secretario de Estado asistente, 1960)