El presidente brasileño Jair Bolsonaro. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 09/01/2019 | 12:49 pm
BRASILIA, enero 9. — «Promesa hecha es una promesa cumplida», dijo el ministro jefe de Gabinete, Onyx Lorenzo, al comentar la prontitud que tiene el presidente brasileño Jair Bolsonaro en divulgar un nuevo decreto que flexibilizará la posesión de armas de fuego en Brasil, un compromiso de su campaña electoral, reporta Prensa Latina
El nuevo gobierno de Bolsonaro anunció que publicará la semana próxima este instrumento legal.
Lorenzini adelantó la noticia luego de la segunda reunión que sostuvo el gobernante, quien asumió el poder el 1 de enero, con su equipo ministerial.
«Por decreto pretendemos garantizar la posesión de arma de fuego para el ciudadano sin antecedentes penales, así como hacer su registro definitivo», dijo recientemente el político de extrema derecha.
Según analistas, si Bolsonaro suscribe la irracional orden contribuirá a la creciente suma de más pérdidas de vida por armas de fuego en Brasil, donde casi 12 millones de personas viven en las favelas, manchadas de sangre y pólvora por bandas delincuenciales.
A las claras, el excapitán del Ejército quiere adaptar leyes para que «personas de bien» puedan poseer armas y por supuesto empuñarla y halar el gatillo cuando corran peligro.
Brasil aparece como el país con mayor número de muertes por armas de fuego, al sumar 43 200, según una investigación que analizó el periodo comprendido entre 1990 y 2016, por lo que tal medida podría contribuir a empeorar el panorama actual.
Detrás del país sudamericano se ubicó Estados Unidos, con 37 200 muertes, indican datos de la encuesta global de mortalidad por armas de fuego (Global Mortality from firearms, 1990-2016), del Institute for Health Metrics and Evaluation.
Entre inicios de la década de 1980 al 2016, el porcentaje de homicidios en Brasil, cometidos con armas de fuego, subió del 40 por ciento al 71.
En 2003 fue aprobada en Brasil la Ley Federal del Estatuto del Desarme, ratificada por el expresidente Luiz Inácio Lula de Silva.
Tal disposición prohíbe el porte de armas por civiles, con excepción de los casos en los que haya necesidad comprobada.