WASHINGTON, abril 23.— Más de un centenar de generales retirados de Estados Unidos solicitaron en una carta al Senado que analizara con profundidad a Ginal Haspel y su verdadera participación en torturas a detenidos.
La actual subdirectora y nominada por el presidente Donald Trump para dirigir la Agencia Central de Inteligencia (CIA) tendrá su audiencia de confirmación ante el Comité de Inteligencia de la Cámara Alta del Congreso estadounidense el próximo 9 de mayo.
Escribimos para expresar nuestra profunda preocupación y exhortamos a examinar de cerca toda la participación de Haspel en el programa de entrega, detención e interrogación, refirieron al respecto los veteranos.
La misiva fue enviada a propósito del papel de la designada en el manejo de sitios en el extranjero donde fueron torturados presuntos terroristas y ante la desclasificación de un memorando de la CIA que exime de culpa a la exagente.
No aceptamos los esfuerzos para disculparla por la tortura y otros abusos ilícitos de los detenidos con la excusa de que «solo seguía órdenes» o que el impacto de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 justifica la conducta ilegal y poco ética, señalaron.
El memorando desclasificado absuelve a la actual subdirectora de esa entidad federal de la responsabilidad de destruir cintas de video en 2005, que muestran la aplicación de técnicas de torturas como el ahogamiento en agua contra sospechosos de terrorismo tres años atrás.
Haspel «actuó apropiadamente» y «no hizo nada malo» al llevar a cabo órdenes de destruir evidencias sobre los interrogatorios en una prisión de un «sitio negro» en Tailandia, manifestó el otrora subdirector de la CIA Michael Morell en el texto desclasificado.
La senadora demócrata Dianne Feinstein subrayó en un comunicado que resulta completamente inaceptable que la CIA desclasifique solo material favorable a Haspel, mientras obstaculiza nuestros esfuerzos para sacar a la luz todos los documentos relacionados con su participación en el programa de tortura.
En tanto, medios de prensa estadounidenses valoraron que la liberación del memorando sobre hechos ocurridos en 2002 es parte de la campaña inusualmente pública de la Agencia para ayudar a Haspel a obtener el puesto.