Catar, vista aérea de la zona diplomática de Doha Autor: Reuters Publicado: 21/09/2017 | 06:58 pm
DOHA, junio 5. —Apenas dos semanas después del llamado del presidente Donald Trump a los gobiernos árabes aliados de Estados Unidos a mostrar mayor firmeza contra el terrorismo, durante su visita a Arabia Saudita, este lunes estalló una seria crisis diplomática en el Golfo, cuando Bahrein, secundado por otros cinco países, de la región, rompió relaciones con Catar, al que acusó de minar su estabilidad al apoyar a grupos extremistas islámicos.
Los recelos políticos y disputas por el liderazgo regional, agudizados sobre todo después de la invasión estadounidense a Iraq, provocaron una virtual explosión del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), integrado en 1989 por Kuwait, Arabia Saudita, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos, Omán y Catar.
Las monarquías de Arabia Saudita y los Emiratos, salieron en respaldo de las graves acusaciones contra Catar, a las que sumaron su apoyo Egipto, Yemen y uno de los gobiernos que se disputa el control de Libia. Kuwait y Oman se abstuvieron de pronunciarse de inmediato.
Desde Doha, capital de Catar, sus autoridades calificaron de «injustificada» e «infundada» una medida que incluye el cierre de fronteras y la expulsión de ciudadanos cataríes de sus territorios.
A la ruptura de relaciones el gobierno de los Emiratos sumó la expulsión del personal diplomático catarí y su salida del país en 48 horas. El resto de los ciudadanos cataríes cuentan con dos semanas para dejar el territorio, según un comunicado oficial.
Egipto comunicó al embajador de Catar que tiene 48 horas para salir del país. Mientras, Arabia Saudita cerró la oficina de la influyente emisora catarí Al Jazeera en su territorio.
Las autoridades saudíes también anunciaron el cierre de todos sus puertos, aeropuertos y puestos fronterizos para evitar la entrada de cataríes, reportó un despacho de la agencia oficial SPA.
Las aerolíneas emiratíes Etihad Airways, Emirates y Flydubai suspendieron todos sus vuelos a Doha a partir de este martes, mientras Qatar Airways, en respuesta, ha anulado todos sus vuelos a Arabia Saudita.
Catar también ha sido expulsada de la coalición árabe que lidera Arabia Saudita y que desde marzo de 2015 bombardea las zonas en Yemen controladas por el grupo rebelde chií de los hutíes.
Fuentes gubernamentales citadas por SPA insisten que en las drásticas medidas fueron adoptadas «para proteger su seguridad nacional de los peligros del terrorismo y el extremismo».
Según Arabia Saudita, la ruptura es también en señal de solidaridad con Bahréin, expuesto a «campañas terroristas apoyadas por las autoridades de Doha».
La agencia de noticias estatal bahreiní, por su parte, ha acusado a Catar de «atacar la seguridad y la estabilidad de Bahréin y entrometerse en sus asuntos».
Según el diario español El Mundo, la población de Bahrein, es sojuzgada con «mano de hierro» por un monarca suní, que es mayoritariamente chií.
El propio medio afirmó que uno de los elementos que explican estas disputas es el gigante catarí Al Jazeera, una televisión cuyas informaciones han suscitado continuos roces con sus países vecinos.