Más que los líderes del mañana, los jóvenes deben ser líderes desde ahora, opinó el primer ministro canadiense Justin Trudeau a los universitarios reunidos este miércoles en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, en un encuentro encabezado por el Presidente cubano Raúl Castro.
En su conferencia magistral, devenida debate entre el líder norteño y los estudiantes cubanos presentes allí, el carismático mandatario de 44 años aseguró que su deseo de ver empoderada a la juventud «en sus comunidades, en sus países, en sus mundos», es ya una realidad en Canadá «y lo es, sin duda alguna, en Cuba también».
Pero también estoy muy agradecido —continuó— y me enorgullezco por ver que su Presidente, que tiene mucho que hacer, haya encontrado tiempo para estar aquí, indicó el gobernante, quien desde el inicio había agradecido a Raúl su presencia en la conferencia.
Cuba, Canadá y Estados Unidos: «el enfoque a mantener»
Sobre la pregunta de cómo valora las relaciones Canadá-Estados Unidos a partir de la victoria de Donald Trump y su impacto en nuestro hemisferio, ratificó que «la relación entre Canadá y Estados Unidos es más profunda que la relación entre un presidente y un primer ministro».
Sobre el tema del bloqueo económico financiero y comercial impuesto por el Gobierno estadounidense contra la Isla reiteró que se trata de «una barrera, un reto a la hora de invertir en Cuba», que, sin embargo, no paraliza a muchas empresas canadienses que siguen estando dispuestas a invertir y crear asociaciones y vínculos en la nación caribeña.
«Obviamente, a nosotros no nos sorprende el que no estemos de acuerdo con el enfoque que tiene Estados Unidos sobre Cuba. Nosotros pensamos que nuestro enfoque es mucho mejor: la colaboración, la asociación, el estar comprometidos», afirmó el Primer Ministro.
Una conexión histórica
En su charla, Justin Trudeau no se abstuvo de narrar lo que ha sido para él, desde pequeño, la Mayor de las Antillas; ni de subrayar la conexión histórica de su familia con Cuba desde hace muchas décadas, una conexión que une además a ambos pueblos y Gobiernos.
Para el dignatario, las relaciones respetuosas y abiertas entre las dos naciones benefician, en primer lugar, a nuestros pueblos, lo que se evidencia en el fructífero comercio entre Canadá y Cuba, que sobrepasó el año pasado los 1 000 millones de dólares. Pero el vínculo más importante no se muestra a través del desarrollo o el comercio —reflexionó— sino a través de las conexiones personales de uno a uno. Esto se ve en el flujo tremendo de turistas de Canadá hacia Cuba.
Los canadienses son más del 40 por ciento de los visitantes a Cuba, lo que hace que haya 1,3 millones de visitas por año, motivados por el cálido clima tropical y la «bienvenida cordial y calurosa que recibimos en cualquier lugar al que vayamos en esta Isla», dijo.
Además, resaltó el valor de los intercambios académicos, como otra forma de cooperación y aprendizaje entre los dos pueblos.
El Jefe de Gobierno canadiense consideró también que la innovación y la creatividad están en el corazón de todo lo que hacen los cubanos. Todos los días, «traen a la vida el espíritu de resolver». A lo que agregó que «lo que más me ha impresionado durante mis visitas a Cuba es la pasión con la que celebran la cultura cubana, (...) el respeto que ustedes tienen por los que cuentan las historias cubanas es algo que es genuinamente inspirador».
Sobre Canadá: inclusión, apertura y oportunidad
Los jóvenes cubanos también mostraron interés por conocer sobre la gestión frente al Gobierno de Trudeau. El dignatario contestó preguntas que iban dirigidas tanto a los vínculos de la nación norteña con Sudamérica, como a la política interna del país.
Sobre los nexos con la región, consideró que «siempre hemos sido muy activos, y tengo muchas ganas de visitar Perú y Argentina, adonde me dirijo en los próximos días; pero he de admitir que era importante para mí que mi primera visita oficial a cualquier lugar latinoamericano fuera aquí, a Cuba, para visitar a mi amigo Raúl». La juventud reunida y el mandatario cubano aplaudieron las palabras del Primer Ministro canadiense.
Siempre vamos a encontrar nuevas maneras de colaborar, hay que entender que cuanto mejores y más fuertes conexiones tengamos entre países similares esto será mejor, no solamente para nuestros ciudadanos, sino para toda la región, y seremos capaces de tener más éxitos, aseveró.
Asimismo respondió a cuestiones vinculadas con su plan de trabajo como Primer Ministro: «La voz de Canadá que estoy intentando transmitir al mundo tiene que ver con la inclusión, la apertura, la oportunidad, la construcción de una sociedad estable y resiliente, que es de esta manera porque existe seguridad y diversidad dentro y no en contra de lo uno y de lo otro. Esta es la manera en la que hay que cooperar dentro del mundo».
A lo largo de su conferencia, mantuvo el llamado al respeto y a la unidad, así como la convocatoria a una juventud participativa y transformadora. «Lo que cuenta es que ustedes ayuden a proteger las cosas que nos unen más que intentar señalar lo que nos divide. Y en virtud de mi experiencia, nadie entiende esto mejor que ustedes, los jóvenes».