Fan, una mujer de 31 años de Shanghai, viajaba en un crucero desde su ciudad a Corea del Sur y Japón cuando, de repente, cayó por la borda, desde una altura equivalente a siete pisos.
Nadie escuchó sus gritos, así que no tuvo más remedio que nadar. Lo hizo, hasta que ¡a las 38 horas! un pescador la rescató. Sus padres no podían creer que hubiera sobrevivido. El caso deja una duda: ¿no tendría esta muchacha que estar en Río de Janeiro?