Las Madres de pañuelos blancos mantienen su convocatoria por memoria, verdad y justicia para los 30 000 desparecidos. Autor: Página 12 Publicado: 21/09/2017 | 06:36 pm
BUENOS AIRES, agosto 10.— Las Madres de Plaza de Mayo dieron este jueves su vuelta 2 000 alrededor de la Pirámide —que se llenó de pañuelos blancos—, ubicada frente a la Casa Rosada, sede del Ejecutivo argentino, como hacen cada semana desde 1977 en búsqueda de memoria, verdad y justicia para las 30 000 víctimas de la última dictadura militar (1976-1983).
«Es la historia que marcha sin detenerse, son nuestros pies gastados que no descansan, son nuestros 30 000 hijos que sembraron con su sangre el amor a la patria y le crecieron millones de jóvenes con ese mismo amor a la patria, que somos todos», dijo Hebe de Bonafini, presidenta de la asociación, en el video difundido a través de Internet, que convocó a la marcha, y que fue respondido por una multitud que desbordó el lugar.
La ronda se llevó a cabo luego de que Bonafini y las Madres recibieran en la sede de su organización a la expresidenta Cristina Kirchner y en medio de dos hechos polémicos.
El primero, el intento hace una semana de un juez de detener a la activista por los derechos humanos, por negarse a declarar en la investigación sobre un supuesto fraude al Estado en los proyectos de viviendas sociales «Sueños Compartidos», que organizaba la asociación.
El segundo elemento lo aportó la víspera el presidente Mauricio Macri en sus declaraciones al portal BuzzFeed, quien despertó el rechazo de organismos y activistas de derechos humanos al declarar que desconoce el número de desaparecidos de la última dictadura.
«No tengo idea. Es un debate en el que no voy a entrar, si son 9 000 o 30 000, si son los que están anotados en un muro o si son más. Es una discusión que no tiene sentido», dijo el mandatario al portal BuzzFeed, según el diario La Nación.
Las definiciones del mandatario provocaron la respuesta de organismos de derechos sociales y dirigentes políticos.
Desde HIJOS (Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio) repudiaron el maltrato a Hebe de Bonafini, a quien Macri llamó «desquiciada», en una equiparación con el calificativo de «locas» que la dictadura eligió para las mujeres que marchaban alrededor de la Pirámide de Mayo para exigir respuestas sobre el destino de sus hijos, dijo Página 12.
«Parece que no le preocupa, no quiere entrar en el tema, pero le quiero decir que no es “un muro”, es un espacio de memoria», aseveró la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, en referencia al Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado del Parque de la Memoria, donde figuran los nombres de los desaparecidos, al que se supone hizo referencia Macri.
«Vemos un retroceso en estos temas. En el rol del Estado, en el acompañamiento de los querellantes», agregó la Presidenta de Abuelas, quien también habló de actuales violaciones de los derechos humanos como es el caso de la activista «Milagro Sala, que es una presa política». Apuntó además que «los que están enjuiciados saben dónde están nuestros nietos y no lo dicen».
«No hubo una guerra ni sucia ni limpia, hubo terrorismo de Estado. Repudiamos las palabras del Presidente porque demuestran que no le importa el genocidio que hubo en el país», dijo a su vez Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.
Al rechazo se sumaron el bloque de diputados del Frente para la Victoria, que preside Héctor Recalde; el del presidente de la comisión de Derechos Humanos de la Legislatura porteña, José Cruz Campagnoli, y el del dirigente del Movimiento Socialista de los Trabajadores-Nueva Izquierda, Alejandro Bodart, entre otros.