BEIRUT, mayo 5.— La esperada ley que les retornará a los emigrados libaneses su nacionalidad, se comenzó a implementar, según anunció este jueves el canciller del Líbano, Gebran Bassil, durante el discurso inaugural de la tercera conferencia Energía de la Diáspora, que se desarrolla con expatriados de la nación árabe.
«Esta Ley fue un sueño y ahora es una realidad», indicó el titular de Exteriores en la rueda de prensa que ofreció tras la apertura del evento, señala PL.
Además, exhortó a sus compatriotas residentes en el extranjero a que acudan a las embajadas libanesas en el mundo para restituir su nacionalidad.
Durante su discurso ante más de mil emigrados que viven en más de 80 países, Bassil les comentó que «ustedes son la forma más efectiva que tiene el Líbano para enviar su mensaje al mundo», en un gesto —refiere PL— de alentar a los emigrados a mantener el nombre del país allende fronteras, tanto en lo cultural, social, idiomático, político, económico y empresarial.
La ley ya había sido aprobada, luego de varias sesiones, debates y polémicas entre fuerzas políticas cristianas y musulmanas, desde el 12 de noviembre de 2015, con lo que se le permite a la diáspora reclamar su ciudadanía perdida y tener el derecho a retornar a su país de origen.
La nacionalidad libanesa puede obtenerse por nacimiento o naturalización, pero únicamente la transmiten los hombres, de ahí que un padre libanés que posea esa nacionalidad puede automáticamente conferirla a hijos y esposa extranjera, solo si el enlace se inscribió en el Registro Civil.
De esta manera, los descendientes de emigrantes libaneses pueden solo recibir la ciudadanía de sus padres, en tanto las mujeres no pueden pasarla ni a sus hijos ni a sus esposos de otras naciones.