WASHINGTON, diciembre 6.— Nuevas protestas contra la discriminación racial y el uso desmedido de la fuerza policial reavivaron las tensiones en Estados Unidos, después que se conoció la muerte a tiros de otro afroamericano, a manos de la policía en Phoenix, informa la agencia Prensa Latina.
Medios de prensa estadounidenses se hicieron eco anoche de la muerte de Rumain Brisbon, de 34 años, quien recibió dos disparos en el pecho a manos de un oficial de policía blanco, en un confuso incidente de tráfico de drogas ocurrido el pasado martes.
La muerte de Brisbon, exacerbó los ánimos de la comunidad afroamericana en Estados Unidos, volcada a las calles en protestas por las recientes decisiones judiciales de exonerar a dos policías blancos involucrados en acciones violentas que terminaron con la vida de Michael Brown, en Ferguson, y Eric Garner, en New York.
De acuerdo con la versión policial, detallada en un comunicado difundido la víspera, Rumain Brisbon estaba vendiendo drogas cuando el policía le pidió que levantara las manos. Brisbon corrió hacia un edificio de apartamentos, donde ambos comenzaron un forcejeo durante el cual el sospechoso metió las manos en los bolsillos del pantalón, lo que, según el relato de la policía, hizo pensar al agente que tenía un arma.
El policía, identificado solo como un hombre blanco de 30 años, le disparó dos tiros en el torso que provocaron la muerte de Brisbon.
La inspección al cadáver demostró que lo que tenía en los bolsillos era un frasco de oxycodone, un medicamento que también se emplea como narcótico.
Marci Kratter, abogada de la familia Brisbon, adelantó a varios medios de prensa que tiene testigos que contradicen la versión policial.