BAGDAD, junio 18.— Los bombardeos de la aviación militar de Iraq contra bastiones islamistas en Fallujah, se reaunudaron este miércoles con el apoyo en tierra de fuerzas policiales y voluntarios de diversas tribus.
Según indicaron fuentes de seguridad, el Ejército lanzó desde la pasada madrugada un ataque con artillería pesada contra los distritos de Sheikh Amer y Hor Al-Basha, en el oeste de Fallujah, urbe de la provincia de Al-Anbar, y la zona norte del canal del río Tigris.
Esas operaciones fueron el preámbulo de una «limpieza» de gran envergadura para expulsar a los elementos del Estado Islámico de Iraq y el Levante (EIIL) que dominan esa localidad desde diciembre de 2013, destaca la agencia Prensa Latina.
Los hechos se reportaron horas después de que el Gobierno del primer ministro iraquí, Nouri Al Maliki, responsabilizó directamente a Arabia Saudita de financiar a las milicias extremistas sunnitas y destituyó a comandantes de las fuerzas de seguridad en medio de la ofensiva islamista.
La medida se produjo en momentos en que los enfrentamientos se acercan al norte de Bagdad y se registraron intensos combates en Baquba, donde varios distritos permanecen en manos de los «takfiristas» sunnitas del DAESH, como denominan en árabe a los fundamentalistas del EIIL.
Según trascendió también este miércoles, el presidente Barack Obama, analizará hoy con líderes del Congreso la compleja situación que atraviesa Iraq, donde varias ciudades del país se encuentran en poder de milicias islamistas ligadas a Al-Qaeda.
La reunión, que tendrá lugar en la Casa Blanca, ocurrirá luego que Washington trasladara unos 300 militares a Iraq para garantizar la seguridad del personal de su embajada en Bagdad, aunque el gobernante insiste en que no intenta enviar tropas terrestres para combatir a los insurgentes.
La administración Obama estudia otorgar una ayuda de más envergadura al gobierno iraquí, mientras el equipo de Seguridad Nacional evalúa varias opciones, incluidos golpes aéreos selectivos para contrarrestar la ofensiva del Estado Islámico de Iraq y el Levante (ISLL), que continúa su avance muy cerca de la capital del país árabe.
Asimismo, la Casa Blanca contempla el envío de un contingente de unos 100 integrantes de las Fuerzas de Operaciones Especiales, con la tarea primordial de entrenar y asesorar a las debilitadas tropas de aquella nación, muchos de cuyos integrantes huyeron de sus puestos por temor al avance de los insurgentes.
Por su parte, el jefe de gabinete del presidente de Irán, Mohamad Nahavandian, advirtió estar en contra de una nueva intervención occidental en Iraq ante el auge de la violencia registrado en las últimas semanas en ese país, reporta Telesur.
«Deben ser las autoridades iraquíes y el pueblo iraquí quienes encuentren una solución. No hay otra alternativa», declaró Nahavandian en una conferencia internacional celebrada en Oslo.
El alto funcionario iraní animó a los gobiernos occidentales a proporcionar a Bagdad «todo el apoyo que necesite», antes que pensar en soluciones militares, como la posibilidad insinuada por EE.UU. de lanzar ataques aéreos selectivos con drones.