EL CAIRO, julio 15.— El subsecretario de Estado estadounidense, William Burns, elogió el golpe de Estado perpetrado por el ejército egipcio, al referirse eufemísticamente como la respuesta dada por los militares a la voluntad del pueblo, durante un encuentro que sostuvo este lunes con el ministro de Defensa de la nación norteafricana, Abdel-Fatah al-Sisi, uno de los gestores de la asonada que derrocó al presidente Mohammed Mursi.
Burns, el diplomático de más alto nivel que visita Egipto desde el pasado 3 de julio —día del golpe— enfatizó que EE.UU. está dispuesto a garantizar una transición democrática del poder de forma pacífica mediante la celebración de elecciones
Durante el encuentro, al que también acudió su embajadora Anne Patterson, Burns discutió con el presidente interino Adli Mansour sobre temas de interés mutuo y las formas de impulsar aún más las relaciones bilaterales.
Washington sigue sin considerar la destitución de Mursi como un golpe de Estado, lo que le obligaría por ley a suspenderle la «ayuda» financiera, ascendente a 1 500 millones de dólares anuales, la mayor parte (1 300 millones), destinada a las Fuerzas Armadas.
La visita de Burns coincidió con masivas protestas contra las nuevas autoridades y en apoyo a Mursi, que tuvieron su epicentro en la acampada establecida en la plaza de Rabea al Adauiya, en el este de El Cairo, y se intensificaron tras la ruptura del ayuno de ramadán al caer la noche, apuntó EFE.
Con lemas como «Fuera Al Sisi, Mursi es mi presidente», los islamistas efectuaron marchas con las que cortaron varias vías, como el puente 6 de Octubre, donde las fuerzas de seguridad usaron gases lacrimógenos para dispersarlas, y poco después, en la noche, la policía disparó cuando cerraron el acceso a Calle Ramses y al puente del 6 de Octubre, según testigos citados por AFP.
El miembro del ejecutivo del Partido Libertad y Justicia (PLJ), brazo político de la Hermandad Musulmana, Farid Ismail, reiteró el rechazo a cualquier diálogo con los militares y exigió para iniciar conversaciones la restitución de Mursi, de la Constitución y de la Cámara alta del Parlamento.
En tanto, la Fiscalía General egipcia emitió nuevas órdenes de detención contra dirigentes de la Hermandad y de otros grupos islamistas por su supuesta implicación en actos de violencia durante las últimas protestas en el país.