NACIONES UNIDAS, marzo 25.— La Organización de Naciones Unidas condenó este lunes «la toma inconstitucional del poder» en la República Centroafricana y llamó a la calma y al respeto de la ley en ese país.
En un mensaje que no menciona a los golpistas de la coalición Seleka, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, exigió la inmediata restauración del orden constitucional en ese estado africano.
El titular del organismo insistió en la necesidad de respetar los acuerdos firmados en Libreville en enero pasado entre el gobierno y Seleka con el auspicio de gobernantes de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental.
Dijo que ese pacto constituye el más importante marco para garantizar una paz duradera y la estabilidad en la República Centroafricana, indicó PL.
También se refirió a hechos de violación de los derechos humanos en ese país y advirtió que los responsables de esos actos tendrán que rendir cuentas ante la justicia.
Ban Ki-moon expresó preocupación por el deterioro de la situación humanitaria y la ola de saqueos que tiene lugar en Bangui, la capital, «incluyendo las propiedades de Naciones Unidas».
Al respecto, afirmó que la organización adopta todas las precauciones para proteger a su personal y alertó a las autoridades sobre su obligación de garantizar la seguridad de todos los trabajadores e instalaciones de la ONU.
Efectivos de la rebelde Seleka tomaron este domingo el Palacio Presidencial y el mandatario, Francois Bozizé, huyó hacia la República Democrática del Congo, según se informó.
Hace cinco días, el Consejo de Seguridad había condenado los ataques de grupos armados de Seleka y las amenazas de otros movimientos rebeldes.
El órgano de 15 miembros demandó a todas las partes del conflicto que cesaran de incitar a la violencia y ratificó su apoyo a los acuerdos de Libreville.