MADRID, mayo 17.— La economía española entró oficialmente en recesión en el primer trimestre de 2012, al registrar un descenso del 0,3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), confirmó hoy aquí el Instituto Nacional de Estadística (INE). El PIB bajó 0,3 por ciento entre los meses de enero y marzo, tras un desplome similar entre octubre y diciembre de 2011, destaca PL.
Con la contracción del primer trimestre, motivada por el retroceso de la inversión y el estancamiento del consumo, se produce lo que se denomina recesión técnica, para la cual se requieren al menos dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo. La caída interanual (primer trimestre respecto al mismo período del año anterior) fue del 0,4 por ciento, fruto de una mayor contracción de la demanda nacional y de una contribución menos positiva del sector exterior, precisó la oficina estadística española.
Es la segunda vez, luego del inicio de la crisis en 2008, que España entra en recesión. Ya lo hizo en los meses de octubre-diciembre de ese año, después de acumular dos trimestres de retroceso, y no salió de ella hasta principios de 2010, cuando el PIB avanzó 0,2 por ciento. Dos años después, la economía del país ibérico vuelve a estar en recesión, en línea con los datos preliminares adelantados por el Banco de España y el propio organismo oficial en abril último. El INE recordó que las economías de la Eurozona registraron crecimientos nulos durante el primer trimestre.
Alemania y Austria crecieron 0,5 y 0,2 por ciento, respectivamente, Francia se estancó y el resto de las principales economías europeas sufrieron bajadas en su PIB, con descensos contenidos en el caso de Holanda, Reino Unido y España y de mayor intensidad en el caso italiano (-0,8 por ciento).
El empleo de la economía, medido en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, disminuyó a un ritmo del 3,8 por ciento, tasa medio punto superior a la del cuarto trimestre, lo cual supone una reducción neta de casi 655 mil plazas en un año.
Este retroceso interanual de la economía española fue consecuencia, sobre todo, de la mayor desaceleración del gasto en consumo de las administraciones públicas y de la caída, más pronunciada que en el trimestre precedente, de la inversión. Tras un débil crecimiento en 2011, de 0,7 por ciento, el gobierno conservador de Mariano Rajoy prevé una contracción de la economía española del 1,7 por ciento del PIB en el conjunto de 2012.