TRÍPOLI, febrero 6.— Libia recordará este viernes el inicio de la revuelta que comenzó el 17 de febrero de 2011 y concluyó nueve meses después con la expulsión del poder y el asesinato de su líder Muammar Al-Gaddafi, en medio de una tensión acentuada por enfrentamientos esporádicos entre las milicias ex insurgentes que hoy se disputan territorios.
Según PL, retenes y puestos de control abundaban este jueves en Trípoli a la par del caos prevaleciente desde que el autoproclamado Gobierno del Consejo Nacional de Transición (CNT) declaró concluida la guerra contra Gaddafi, tras su captura y asesinato en Sirte, el 20 de octubre de 2011.
Muchos residentes de la capital, incluidos algunos que se sublevaron contra el otrora líder libio, deploran la incapacidad de las nuevas autoridades para restablecer el orden y desalojar a ex combatientes de Misurata, Zintan y otras regiones del interior, que se han asentado en Damasco.
Las críticas a los grupos armados, que mantuvieron presos a unos 8 000 simpatizantes de Gaddafi, se multiplicaron tras conocerse este jueves otro informe internacional que los acusa de flagrantes abusos, torturas y de poner al país al borde de otra guerra.
El primer ministro interino, Abdel Rahim El-Keib, participará en el acto oficial que se celebrará en Bengazi, cuna del alzamiento opositor de hace un año, mientras el Consejo de Ministros decretó feriado público el sábado «para compensar el primer aniversario», que cae viernes.
La conmemoración de la sangrienta y devastadora revuelta será encabezada por el presidente del CNT, Mustafá Abdul-Jalil, quien se unirá en Bengazi a invitados extranjeros, según se anunció.
Las fuerzas de seguridad de Bengazi anunciaron este jueves la detención de seis personas que supuestamente pretendían atentar en el centro de la ciudad durante el rezo del mediodía, coincidiendo con la celebración, apuntó EFE.
Las fuerzas de seguridad explicaron que la operación tuvo lugar en una casa en las afueras de Bengazi, donde los sospechosos guardaban siete cohetes listos para ser disparados, morteros y proyectiles de mortero, bombas de mano y armas ligeras.
Por su parte, el centro de operaciones de Sabha, 770 kilómetros al sur de Trípoli, anunció también la detención de lo que denominó «grupo de 23 terroristas» que tenía la intención de atentar durante los festejos. La fuente puntualizó que estas personas poseían numerosos explosivos, bombas de mano y fusiles Kalashnikov.
Las autoridades aún no han logrado formar unos cuerpos de seguridad estatales capaces de garantizar la seguridad en el país, por lo que numerosas milicias armadas se encargan de imponer la ley en diversas zonas de Libia, lo que ha dado lugar a abusos, según han denunciado organizaciones internacionales.
Durante la última semana, el Gobierno impulsó los preparativos de lo que describió como festejos de la victoria, a la par que redobló la vigilancia ante el temor de que afloren enfrentamientos entre los propios ex insurgentes o entre estos y fieles al difunto Gaddafi, relató PL.
Los miembros de las brigadas de Misurata y Zintan también dudan de la capacidad de dominio del CNT dentro de la institución armada, y manifestantes en distintas partes de Libia les reprochan que continúe realizando sus reuniones en secreto y con falta de transparencia.