BAGDAD, agosto 15.— Atacantes suicidas y coches bomba sacudieron el lunes ciudades a lo largo y ancho de Iraq, dejando al menos 66 muertos, en atentados aparentemente coordinados.
Los ataques terminaron con la calma que caracteriza al mes sagrado musulmán de Ramadán y, según analistas, solo intentan demostrar una supuesta fragilidad de la seguridad iraquí ante el retiro del país de las tropas norteamericanas, después de ocho años de la invasión que derrocó al ex presidente Saddam Husein, apuntó Reuters.
Muestra de ello fueron las declaraciones de un vocero de la Casa Blanca quien, horas después de los ataques, dijo que EE.UU. está listo a examinar cualquier pedido de las autoridades iraquíes para extender la presencia de las tropas norteamericanas más allá de 2011, de acuerdo con ANSA.
La agencia AP detalla que los responsables de los crímenes coordinaron sus artefactos explosivos para que estallaran uno detrás del otro e incluyeron una combinación de coches bomba, atacantes suicidas, bombas al pie del camino e incluso explosivos sujetos a postes de alumbrado público.