Partido Conservador rechazó plan de auteridad planteado por Primer Ministro de Grecia. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 05:09 pm
Un rechazo contundente a las nuevas medidas de austeridad planteadas este lunes por el primer ministro de Grecia, el socialista Yorgos Papandréu, manifestó el líder de la oposición de este país y jefe del partido conservador Nueva Democracia (ND), Antonis Samarás, informa Telesur.
Tras una reunión realizada en Atenas entre los líderes políticos de oposición, Samarás declaró que estas medidas adoptadas ante la crisis financiera llevarán al país directamente a la quiebra, por lo que el partido conservador decidió repudiar «un acuerdo a alto nivel» que- según manifestó- mantendrá atrapado a Grecia en un callejón sin salida.
A través de un comunicado, señalaron que «Papandréu persiste en fomentar una receta que ha probado no tener éxito (...) y supera las fuerzas de la economía y del pueblo».
Samarás expresó que ese programa «vaticina nuevos impuestos, recortes horizontales que perjudican a los que ya han pagado y que no aguantan más», dijo el líder conservador que controla 91 de los 300 escaños del Parlamento, frente a los 156 del gobernante Partido Socialista de Grecia (Pasok).
El gobierno griego presentó, este lunes, un programa de privatizaciones inmediatas y de explotación de activos del Estado por un valor de unos 50 mil millones de euros hasta 2015.
Además, prevé nuevos recortes en el gasto público con despidos, reducción de pensiones y aumento de impuestos en los comestibles para recaudar seis mil millones de euros, este año, y otros 22 mil millones, hasta 2015.
El primer ministro continuará con sus reuniones con los partidos de la oposición, aunque el Partido Comunista Griego (KKE) rechazó en la víspera la invitación.
Para este miércoles, se espera en Atenas un nuevo equipo de la Unión Europea (UE), del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Central Europeo (BCE), quienes revisarán el programa de privatizaciones y de austeridad.
Sólo tras este análisis se aprobará la entrega del quinto tramo de ayuda externa de 12 mil millones de euros, sin el cual, el país corre peligro de entrar en quiebra, según advirtió el ministro de finanzas griego, Yorgos Papaconstantínu.
Ante este panorama, el gobernador del Banco de Francia (BCF), Christian Noyer, aseguró que una reestructuración de la deuda griega supondría «el hundimiento de la economía» de este país y crearía «el escenario del horror».
Noyer coincidió con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, quien desde el foro anual de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde) se pronunció también contra una reestructuración de la deuda griega.
Un reescalonamiento sólo serviría para «agravar la situación», Grecia debe continuar con las reformas planteadas inicialmente aunque los mercados no le den tiempo, consideró Van Rompuy.
Noyer subrayó, por su parte, que la solución para Grecia fue diseñada, precisamente, para facilitar al mismo tiempo la recuperación de las finanzas públicas y la reactivación del crecimiento con medidas estructurales fuertes, agregó.
Segun el presidente del Consejo Europeo la prolongación de los plazos de pago plantea «cuestiones jurídicas muy complicadas» y que la única solución para reducir la gran deuda acumulada es «un ambicioso programa de privatización».
Según datos oficiales publicados este lunes, el déficit fiscal de Grecia aumentó en los primeros cuatro meses del año hasta los siete mil 246 millones de euros, superando los pronósticos planteados en 322 millones de euros de la meta inicial.
La deuda pública se ha elevado en marzo de 2011 a los 354 mil 500 millones de euros, equivalentes al 153 por ciento del Producto Interno Bruto, lo que le hace imposible a Grecia salir a los mercados en busca de financiación de su deuda, debido a los altos tipos de interés.
Grecia está bajo presión de sus socios europeos y, en especial de la zona del euro y del Fondo Monetario Internacional (FMI), que le dieron en 2010 un rescate trienal de 110 mil millones de euros.
El gobierno aspira a convencer a sus socios de que con el nuevo paquete de ajustes pondrán en orden sus cuentas, para así acceder al quinto tramo de ayuda, indispensable para pagar sus obligaciones.
Además, Grecia busca convencer a la Unión Europea de prolongar el plazo de pago del rescate y queda a la espera de que se apruebe un paquete adicional de préstamos por unos 50 mil millones de euros.