La «venganza» por la muerte de Bin Laden cobró casi un centenar de víctimas. Autor: Getty Images Publicado: 21/09/2017 | 05:09 pm
HABQADAR, Paquistán, mayo 13.— Más de 80 personas murieron y otras 500 resultaron heridas este viernes en un doble atentado suicida que, según trascendió, fue reivindicado por los talibanes como su «primer ataque» para vengar la muerte de Osama Bin Laden.
El atentado tuvo lugar en Shabqadar, una aldea del noroeste del país, y estuvo dirigido contra un centro de entrenamiento de la Frontier Constabulary, una unidad paramilitar de la policía encargada de vigilar las fronteras.
Según explicó a la AFP Nisar Jan Marwat, el jefe de la policía del distrito de Charsada, el primer ataque fue perpetrado por un hombre en motocicleta que hizo estallar la bomba que llevaba encima.
Luego, cuando los policías y los socorristas se habían congregado para ayudar a los heridos, otro suicida, también en moto, causó otra carnicería. Se trata del atentado más sangriento de este año en Paquistán.
Como consecuencia del ataque hubo alrededor de 500 heridos, muchos de ellos de gravedad, por lo cual las autoridades no descartaban que el número de víctimas fatales aumente con las horas.
«Es una primera acción para vengar el martirio de Osama y fue perpetrada por dos de nuestros combatientes», declaró por teléfono a la AFP Ehsanulá Ehsan, portavoz del Movimiento de los Talibanes de Pakistán (TTP), quien amenazó con «ataques más masivos» en ese país y en Afganistán.
El TTP, que juró lealtad a Al Qaeda en 2007, es señalado como el principal responsable de los más de 450 atentados que acabaron con la vida de más de 4 300 personas en todo el país en casi cuatro años. Ese año, el TTP decretó la «guerra santa» (yihad) a Islamabad por su apoyo a Washington en su «guerra contra el terrorismo».
En un comunicado emitido en la sede de la ONU en Nueva York, el secretario general de la organización mundial, Ban Ki-moon, condenó lo sucedido y reiteró su respaldo al Gobierno paquistaní.
Mientras, desde Estados Unidos, un portavoz del Departamento de Estado condenó el «atroz atentado», no sin antes subrayar la importancia de continuar la colaboración entre los países para «desmantelar a Al Qaeda y sus afiliados».
En medio de las tensiones generadas entre Islamabad y Washington por la operación que dio muerte a Bin Laden y luego de lo ocurrido, el general Khalid Shameem Wynne, considerado el número dos del Ejército paquistaní, canceló una visita a EE.UU..
Luego de la operación secreta de la CIA en territorio paquistaní, EE.UU. exigió a esa nación que investigue cómo fue posible que Bin Laden viviera años oculto en una ciudad donde residen unos 10 000 militares. Islamabad calificó estas acusaciones de «absurdas» y amenazó a Washington con revisar su cooperación en la denominada lucha antiterrorista.