Una simpatizante del clérigo chiita Muqtada al Sadr, durante una concentración multitudinaria en Nayaf. Autor: AP Publicado: 21/09/2017 | 05:05 pm
NAYAF, Iraq, enero 8.— El dirigente chiita Muqtada al Sadr reclamó este sábado, en su primer mensaje en el país tras un exilio de casi cuatro años, que EE.UU. salga de Iraq, y dijo a una multitud reunida en la ciudad santa de Nayaf que «somos todavía combatientes» contra los extranjeros, pero exhortó a actuar pacíficamente entre iraquíes.
Según ANSA, el clérigo, que dirige una milicia que años atrás exhibió gran poder y tiene respaldo notable en la ciudad de Sadr City, en la periferia de Bagdad, exhortó a sus seguidores a «resistir la ocupación norteamericana», así como a los demás ocupantes del país, pero no agredir nunca a un iraquí.
El movimiento político que lo respalda —Bloque Sadr— participó en las elecciones y alcanzó 39 diputados en el Parlamento, conformado por un total de 325 escaños. Seis de sus dirigentes son ministros del nuevo Gobierno iraquí.
Durante el autoexilio de Sadr, el Ejército del Mehdi —una milicia conformada por seguidores suyos— cesó las acciones armadas, según los anuncios oficiales de sus dirigentes, hechos en 2008.
El clérigo dijo el sábado que «si el Gobierno está al servicio del pueblo y de su seguridad, nosotros estamos con él». «Si el Gobierno no sirve al pueblo —añadió—, hay modos para corregirlo, pero estos deben ser políticos».
«Nosotros continuamos resistiendo a los ocupantes, con la resistencia militar y con todos los medios», pero «no tocaremos a ningún iraquí; nos oponemos solo a la ocupación», expresó.
«Somos un pueblo y no estamos de acuerdo con los grupos autores de las masacres» que ocurren a diario en el país y toman como víctimas a civiles, aclaró, en referencia directa a los grupos armados que dicen ser parte de la red Al Qaeda.
Una multitud reunida en Nayaf, 150 kilómetros al sur de Bagdad, lo vitoreó y apoyó sus definiciones, como cuando dijo que «los enemigos comunes» de todos los iraquíes son tres: EE.UU., Gran Bretaña e Israel.
Los 39 diputados que responden a Sadr fueron cruciales durante diciembre para reunir la fuerza política suficiente que permitió formar el gabinete guiado por Nuri al Maliki, tras las elecciones realizadas seis meses antes.