Dignatarios de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) iniciaron este viernes una reunión a puertas cerradas para analizar la situación en Ecuador, donde fuerzas policiales protagonizaron la víspera un intento de golpe de Estado, informa PL .
Podemos celebrar el hecho de que el presidente Rafael Correa haya sido liberado (de un hospital donde fue retenido por más de 12 horas) y se encuentre en buen estado de salud, manifestó Cristina Fernández al dar la bienvenida a sus pares en el Palacio San Martín.
Fernández destacó que la urgente convocatoria a este encuentro al más alto nivel en Buenos Aires fue decidida de común acuerdo y reveló que momentos antes de iniciar la cita habían tenido «una charla telefónica a manos libres» con Correa.
Explicó además que la sesión sería reservada, por lo cual al término de la misma se emitirá un documento suscrito por todos los jefes de Estado participantes, así como por el secretario general de la UNASUR, Néstor Kirchner.
Al momento de iniciarse la cumbre se encontraban presentes los mandatarios de Uruguay, José Mujica; de Bolivia, Evo Morales; de Chile, Sebastián Piñera, y de Perú, Alan García.
Según anunció Fernández, deben llegar también a esta capital los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Colombia, Juan Manuel Santos, para incorporarse a la reunión.
Brasil y Paraguay, en tanto, serán representados por sus vicecancilleres.
A su llegada al Palacio de San Martín, el canciller argentino, Héctor Timerman, puntualizó que la reunión expresará su «repudio total al levantamiento contra el presidente Rafael Correa» y dejó entrever la posibilidad de que asistentes a la misma viajen hoy a Ecuador.
Mientras en el Salón Libertador delibera la cumbre del bloque regional, en los alrededores del inmueble miles de manifestantes se reunieron desde anoche para respaldar al gobierno ecuatoriano y exigir el completo restablecimiento del orden constitucional en ese país.
El presidente Rafael Correa enfrentó personalmente ayer en la mañana el paro y la insubordinación de unos mil policías contra una decisión aprobada por el parlamento y fue agredido con gases lacrimógenos.
Dificultades respiratorias ocasionadas por la explosión de una bomba de gas cerca del rostro y una torcedura de la rodilla recién operada hicieron que fuera trasladado al Hospital Metropolitano de la Policía, donde lo mantuvieron retenido por más de 12 horas.
Desde allí, Correa denunció el intento de golpe de Estado y señaló al Partido Sociedad Patriótica y a su líder, Lucio Gutiérrez, como uno de los responsables de esta revuelta.
El mandatario fue liberado en horas de la noche por el Grupo de Operaciones Especiales de las Fuerzas Armadas.