Aún sin figurar en la agenda semanal del Consejo de Seguridad, el tema de las sanciones contra Irán alimenta este martes la expectativa a siete días del final del 64 período ordinario de la Asamblea General, indica Prensa Latina.
Luego de un lunes feriado por la fecha norteamericana del Día del Trabajo, los 15 miembros del consejo no discutirán ahora, al menos de manera oficial, sobre la puesta en práctica de las medidas que ese cuerpo de la ONU aprobó en junio pasado.
Esos castigos deben entrar en vigor el próximo jueves, cuando se cumplen los 90 días de la adopción (el 9 de junio) de la resolución 1929, la cual estableció una cuarta ronda de sanciones a Teherán por su determinación a desarrollar la energía nuclear con fines pacíficos.
El programa del Consejo de Seguridad para este martes está encabezado por el debate de un informe sobre la violación de unas 250 personas, entre ellas cerca de 30 menores, por parte de grupos armados en la República Democrática del Congo.
Asimismo, la Asamblea General analizará los conflictos en la llamada área de Guam, (Georgia, Ucrania, Azerbaiyán y Moldova) y dentro de siete días dará inicio a su 65 período de sesiones bajo la presidencia del ex canciller suizo Joseph Deiss.
Aunque el cronograma de problemas a tratar este martes y durante el resto de la semana en esos órganos no menciona la cuestión nuclear iraní, el asunto puede salir a flote durante una conferencia anunciada para este martes.
Ese encuentro con los corresponsales lleva por título la Estrategia Antiterrorista de la ONU y contará entre los asistentes con Geoffrey Shaw, en representación del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Según medios de prensa internacionales, esa agencia de Naciones Unidas acaba de elaborar un informe según el cual en los últimos cuatro meses Irán aumentó en un 15 por ciento (hasta las 2,8 toneladas) su producción de uranio.
Al referirse a ese documento, el representante iraní ante el OIEA, Ali Asghar Soltanieh, dijo que el texto confirma que su país no desvía sus actividades nucleares hacia objetivos militares o prohibidos.
El cuarto paquete de sanciones contra Irán fue aprobado por 12 votos a favor (Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Rusia, China, México, Nigeria, Gabón, Bosnia y Herzegovina, Austria, Japón y Uganda), dos en contra (Brasil y Turquía) y una abstención (Líbano).
La medida contiene una llamada lista negra con los nombres de 40 entidades presuntamente vinculadas al esquema nuclear iraní y veta la venta de ocho clases de armamento pesado al país persa, incluidos vehículos de combate.
Además, limita las inversiones iraníes en el extranjero y llama a inspeccionar las cargas aéreas y marítimas hacia y desde Irán y los barcos que sean considerados como sospechosos de transportar elementos vinculados a la producción de armas nucleares.
Ese grupo de acciones fue impulsado por Estados Unidos y la propuesta final llegó al Consejo de Seguridad el 18 de mayo con el respaldo de los otros miembros permanentes del órgano: Francia, Gran Bretaña, Rusia y China.
Las nuevas imposiciones se suman a otras anteriores acordadas por el Consejo de Seguridad en diciembre 2006 (resolución 1737), marzo de 2007 (1747) y marzo de 2008 (1803).
Ayer, el vicepresidente del parlamento iraní, Shahabeddin Sadr, afirmó que las sanciones y las presiones internacionales contra Irán solo proporcionarán más oportunidades de progresar y defender su soberanía.