En el centro de Atenas se congregaron 250 000 personas que protestaron contra las reformas y el ajuste que propone el gobierno. Autor: Getty Images Publicado: 21/09/2017 | 04:57 pm
ATENAS, mayo 20.— Una nueva huelga general de 24 horas paralizó a Grecia este jueves, por cuarta vez desde el inicio de la crisis, con miles de ciudadanos que se manifestaron contra el ajuste y la reforma del sistema de jubilaciones, reportó ANSA.
La protesta, que tendrá otro capítulo el 29 de mayo, según los sindicatos, paralizó la circulación marítima, ferroviaria, vial interurbana y parcialmente la urbana, aunque no el transporte aéreo internacional.
Los hospitales (salvo para emergencias), las escuelas (excepto los exámenes de admisión a la universidad), las oficinas públicas, los bancos y los ministerios permanecieron cerrados en Atenas, Salónica y el resto de las ciudades del país.
Las centrales sindicales de empleados públicos (ADEDY), del sector privado (GSEE) y la comunista PAME, convocaron a la huelga y a manifestaciones en todo el país para reclamar la modificación de la «reforma antisocial y neoliberal» de las pensiones.
Según los sindicatos, la reforma, que llegará al Parlamento a fin de mes, reducirá hasta en 15 por ciento las jubilaciones y pensiones, y elevará entre dos y siete años la edad de jubilación para hombres y mujeres.
Las manifestaciones se realizaron en medio de un gran despliegue policial que, por la mañana, llevó al arresto de casi cien personas, supuestamente para prevenir acciones violentas, según lo dicho por las autoridades.
Militantes del sindicato PAME ocuparon por la mañana el Ministerio de Trabajo, y empleados públicos y privados marcharon hacia el Parlamento bajo el eslogan «Juntos podemos», acompañados por miembros de la izquierda parlamentaria y extraparlamentaria, y de agrupaciones anarquistas.
Desde la plaza cercana Omonia, en cambio, partieron los adherentes al PAME al grito de «Fuera UE-FMI» y «Las medidas antiobreras no pasarán». Los sindicatos anunciaron nuevas manifestaciones el 29 de mayo, cuando el Parlamento debatirá la reforma provisional.
Según sondeos, la mayoría de los griegos, y entre ellos el 80 por ciento de los empleados públicos, están dispuestos a seguir con las protestas contra el ajuste económico.
Sin embargo, el vocero del gobierno, Yorgos Petalotis, reiteró la postura oficial, según la cual no hay alternativas al plan de ajuste, salvo la «insolvencia» del país. Grecia acordó un ajuste con la Unión Europea y el FMI a cambio de una asistencia financiera de hasta 110 000 millones de euros para evitar el default de su deuda soberana, que llega al 115 por ciento del PIB.
Las medidas impulsadas van desde reducciones salariales al incremento de gravámenes como el impuesto al valor agregado, además del congelamiento de vacantes en cargos públicos.