La represión se ha acrecentado. Autor: Getty Images Publicado: 21/09/2017 | 04:57 pm
ATENAS, mayo 5.— Tres personas murieron este miércoles después de que manifestantes prendieran fuego a una sucursal bancaria en la capital griega, en el marco de una protesta en contra de las medidas de austeridad previstas por el gobierno.
Los tres trabajadores bancarios, un hombre y dos mujeres de entre 32 y 36 años, murieron de asfixia al quedar atrapados en un banco incendiado por los manifestantes. Fueron las primeras muertes en una manifestación en Grecia en casi 20 años, informó AP.
Grecia afronta vencimientos de deuda el 19 de mayo y dice que no puede pagarlos sin ayuda. Los nuevos recortes del gobierno, que reducen sueldos y pensiones de los empleados públicos y elevan los impuestos, son la condición para que el Fondo Monetario Internacional y los otros 15 países de la eurozona desembolsen los primeros tramos de un paquete de ayuda por 110 000 millones de euros.
Más de 100 000 personas se habían manifestado antes de forma pacífica contra el programa de ajuste del gobierno. Al final de la marcha algunos encapuchados intentaron tomar el Parlamento, y la policía lanzó gases lacrimógenos para dispersarlos, indicó DPA.
También fueron atacados varios centros comerciales y se paralizaron todos los servicios, incluidos los vuelos debido a que el espacio aéreo se encontraba cerrado por la huelga de los controladores. Igualmente quedó suspendido el transporte público y varios comercios cerraron sus puertas pues los trabajadores privados también se sumaron a la huelga.
El Parlamento griego tiene previsto votar este jueves sobre el paquete de ahorro. Se espera que sea aprobado, ya que el gobierno goza de una amplia mayoría en la cámara.
Mientras, el sindicato que reúne al sector bancario anunció que hará un día de huelga en memoria de los empleados fallecidos, y sostuvo que el gobierno tiene una gran responsabilidad política por no haber previsto las consecuencias que las medidas tendrán sobre los ciudadanos.
El primer ministro griego, Giorgos Papandréu, condenó la muerte de los tres trabajadores y prometió que los responsables serán castigados y añadió que «cada ciudadano tiene el derecho de protestar pero no de hacer uso de la violencia».