El presidente norteamericano Barack Obama no tiene ninguna excusa para cumplir con su deber de liberar a los cinco antiterroristas cubanos, manifestó el presidente del Parlamento, Ricardo Alarcón de Quesada, quien intervino en los debates sobre el caso en la Comisión de Relaciones Internacionales.
En declaraciones a la prensa, Alarcón manifestó que según «cierta demagogia norteamericana», el presidente de ese país no puede tocar un caso mientras esté entre los tribunales, por lo que, una vez culminada la resentencia de Ramón Labañino, Fernando González y Antonio Guerrero, Obama «no tiene nada que esperar», pues ya se agotaron los pasos legales de estos tres casos, mientras que respecto a René González y Gerardo Hernández, «el asunto está cerrado desde el verano pasado», recordó.
Lo más interesante en el proceso de resentencia fue que a través de la Fiscal, el gobierno de Estados Unidos ha repetido abierta y públicamente que consideraba necesario poner las sentencias más bajas a Ramón, Fernando y Antonio porque Washington estaba sintiendo la presión de la solidaridad internacional. Eso nos está indicando el camino a seguir, comentó Alarcón.
A partir de ahora se trata de una lucha política. Hay que multiplicar la explicación y la divulgación, crear las bases para que la gente exprese su solidaridad, algo que ha ido creciendo. Es necesario intensificar la solidaridad pues el gobierno de EE.UU. ya ha reconocido que se ve obligado a acomodarse a la presión internacional
El día que seamos capaces de multiplicar más intensamente esa solidaridad y llevemos a un mayor número de estadounidenses el conocimiento sobre el caso, llegaremos a la victoria, concluyó.