Manuel Zelaya, presidente constitucional de Honduras, desde el avión que ya lo conduce a Tegucigalpa, llamó al pueblo a acudir al aeropuerto de Toncontin, de forma pacífica, para esperar su regreso y defender la Constitución. Ordenó a los militares abrir las puertas de esa Terminal aérea.
«Mi retorno es pacífico, significa una vuelta a los principios de la no violencia», apuntó durante un contacto telefónico con TeleSur, en que hizo un llamado al pueblo a caminar e intentar el diálogo con los policías y militares.
«Que mi regreso sea solo motivo de alegría (...) El retorno del hijo hondureño que fue expatriado y que tiene todo el derecho y la autoridad moral y política para regresar a la Patria», dijo Zelaya.
El mandatario constitucional y legítimo de Honduras aseguró que regresa para que vuelva la paz y la tranquilidad a su país.
«Soy el Comandante General de las Fuerzas Armadas elegido por el pueblo y le pido al alto mando militar que no impidan mi retorno a la presidencia, que abran las puertas del aeropuerto y se abracen al pueblo», dijo en su vuelo hacia la capital hondureña.
El mandatario electo en las urnas, aseguró que quienes antes lo rechazaban e incluso lo acusaban, ahora han sabido diferenciar lo que es un régimen dictatorial, tiránico, respecto a la verdadera participación ciudadana que él promovía.
«El pueblo debe ir para el aeropuerto a defender su constitución...», apuntó Zelaya, y afirmó que existen las capacidades para superar esta situación. Asimismo, subrayó que todos debían defender sus derechos, pero de forma pacífica.
Estoy acompañado del presidente de la Asamblea General de la ONU, Miguel D’Escoto, del embajador hondureño ante la OEA, Sosa Cuello, de la canciller Patricia Rodas y de miembros de la prensa internacional que están haciendo estos contactos para poder comunicarme con todo el mundo y especialmente con el pueblo hondureño.
Reveló también que tienen muchas opciones para llegar a Honduras y diferentes mecanismos para comunicarse con las personas que en su país están luchando para que vuelva la normalidad, «para que vuelva la paz a la nación hondureña».
Reiteró su llamado a las manifestaciones pacíficas y dijo que frente a las bayonetas hay que oponerle nuestra conciencia y nuestro patriotismo.
También envió un mensaje de conciliación a la iglesia católica y a los pastores de la iglesia Evangélica, asegurando que él nunca dejaría de luchar por defender a las grandes mayorías.
«Me siento con la suficiente fuerza espiritual», expresó el presidente constitucional y legítimo de Honduras, desde el avión en el que regresa a Tegucigalpa.