Colonos israelíes levantan casa al este de Ramalá, Cisjordania. Foto: Getty Images TEL AVIV, mayo 28.— Israel aseguró este jueves que los planes de expansión de los asentamientos judíos en Cisjordania continuarán adelante en las estructuras habitacionales ya existentes, en oposición al pedido del Departamento de Estado norteamericano, de congelar dichas construcciones.
Según ANSA, el portavoz del gobierno israelí, Mar Regev, dijo que en todo caso el futuro de los asentamientos tendrá que ser decidido en la mesa de las negociaciones, y que mientras tanto es necesario «asegurarles» a las ilegales colonias israelíes las «normales condiciones de vida».
El Estado sionista alega que debe apoyar lo que califica de «crecimiento natural» de las colonias, a saber, no construir nuevos enclaves, sino ampliar los ya existentes, lo que de todas maneras significa violar la voluntad internacional, que ha llamado repetidamente a Israel a retirarse de los territorios palestinos ocupados desde 1967.
Regev aclaró, sin embargo, que Israel se comprometió a «no construir nuevos asentamientos» y a remover los denominados «puestos de avanzada», enclaves formados por pequeñas casas de hojalata, o tráilers, que son ilegales incluso para Tel Aviv.
La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, dijo el miércoles que el presidente Barack Obama «quiere ver el levantamiento de los asentamientos».
Clinton, señaló DPA, aseguró que el mandatario de Estados Unidos aspira a una suspensión absoluta de las actividades, «no solo en algunos asentamientos, no solo en los puestos de avanzada, ni (haciendo) excepciones por su crecimiento natural».
Durante la jornada, un grupo de conocidos rabinos de la extrema derecha religiosa hizo un llamamiento a los soldados israelíes para que desobedezcan las órdenes de demoler los enclaves de casas de hojalata en Cisjordania.
«La sagrada Torah (la ley religiosa judía) prohíbe participar en cualquier acto de remoción de judíos de nuestra sagrada tierra» (...) «Un soldado o un policía al que se le pida participar de una operación de expulsión, está obligado a rechazar esta orden, que viola los valores de la Torah», señalaron los rabinos, cuya influencia en el ejército israelí ha crecido con los años y ha provocado tensiones internas entre los oficiales superiores y sus subordinados influidos por sus líderes religiosos.