La central nuclear de Bushehr, construida con ayuda rusa. Foto: AP
BUSHEHR, Irán, febrero 25.— La República Islámica de Irán concluyó, con ayuda de Rusia, su primera central nuclear en Bushehr (Golfo Pérsico), aunque su puesta en marcha demorará varios meses, en momentos en que Teherán es objeto de sanciones impulsadas por EE.UU. como castigo por llevar adelante su programa atómico para generar electricidad.Según AFP, el jefe de la Agencia Federal Rusa de la Energía Atómica, Serguei Kirienko, anunció la noticia después de visitar la central, en el sur del país, y rechazó fijar una fecha precisa para su entrada en funcionamiento, retrasada en múltiples ocasiones.
Rusia retomó el contrato de construcción en 1995. La alemana Siemens había abandonado el proyecto tras la Revolución Islámica de 1979.
No obstante, Kirienko habló en rueda de prensa de un «plazo corto» para la puesta en marcha de la central, indicando que la fecha depende de los «tests de funcionamiento y de seguridad de todos los sistemas».
Junto al responsable ruso, su homólogo iraní, Gholamreza Aghazadeh, dijo que los tests «normalmente requieren entre cuatro y seis o siete me-ses». El alto funcionario añadió que Irán tiene en activo actualmente 6 000 centrifugadoras de enriquecimiento de uranio, «y prevemos aumentar esa cifra; en los próximos cinco años, prevemos tener 50 000 centrifugadoras».
Ambos responsables abordaron varios asuntos respecto a la explotación de la futura instalación: «Hemos hablado de un acuerdo para la entrega de combustible durante diez años», dijo Kirienko.
Rusia entregó hasta ahora 87 to-neladas de combustible nuclear. Este cargamento necesario para lanzar la central de Buchehr, debe ser reemplazado gradualmente en un tercio cada año.
El combustible, que debe ser devuelto después de su utilización a Rusia, es conservado actualmente cerca de la central, con los precintos de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA).
Por su parte, el ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, exhortó el miércoles a Washington a endurecer las sanciones contra Teherán. La terminación de la central nuclear de Bushehr es, según el vocero del ministerio de Exteriores israelí, Yigal Palmor, «una mala noticia» para el mundo entero, aunque no refirió que el programa nuclear del Estado israelí permanece fuera del alcance de las inspecciones de la AIEA, y se calcula que Tel Aviv posee más de 200 bombas nucleares.