En pos de la salud
De ironías esta repleto el mundo. Al menos sobre ello debe estar cavilando todavía Bill Malcolm, un jardinero británico de 61 años, a quien las autoridades de la localidad de Marlbrook le ordenaron suprimir el tendido de alambre de púas para proteger la salud de los intrusos. Curiosamente, Malcolm fue robado tres veces en los últimos cuatro meses. «Absolutamente ridículo, todo lo que quiero es proteger mi propiedad. Ahora resulta que debo quitar el cable para que no se lastimen los ladrones», argumentó el indignado floricultor.
Menú escalofrianteUn sitio de Internet recoge los 25 peores «platillos» que la gente ha degustado. Se trata de un menú no apto para estómagos delicados, so pena de alborotarle los jugos gástricos a todos, o a casi todos, pues algunos comensales parecen no tener «tripas». Al menos así lo demuestra el listado que incluye «sutilezas» nada recomendables para el paladar como imanes, dientes postizos, cepillos, llaves, joyas, monedas (para cualquier tipo de cambio), carne putrefacta... En fin, que no tiene desperdicio para robarle a uno el apetito. ¡Puagh!
¡De lágrimas...!Puede que no sea Shakespeare, pero igual puede equipararse como un escritor trágico por excelencia, sobre todo si atendemos al hecho de que este literato garrapatea sus obras con lágrimas. El chino Ru Anting, de 56 años, succiona el agua con la nariz y la imprime a chorros directamente sobre un lienzo con los ojos. Según relata, descubrió su habilidad por azar cuando nadaba en un río. De ahí que Ru comenzó una de sus primeras obras con la frase «la fortuna es vasta como el mar», grabada con su peculiar «técnica» para redactar. ¡Fuchi!