PARÍS.— Estudiantes en Indonesia, choferes en Madrid y Londres, conductores de ambulancias en Caen y pescadores en Francia y España, se suman a las huelgas y manifestaciones que se multiplican en el mundo en protesta por la escalada de los precios del petróleo.
En Indonesia, desde que el gobierno anunció el viernes una reducción drástica de los subsidios a la gasolina, lo cual implicaría un alza de cerca de 30 por ciento del precio de los combustibles, las protestas aumentaron y al menos dos manifestantes fueron arrestados este martes cuando una treintena de ellos arrojaron piedras contra la policía durante una demostración en la Universidad de Makassar, en la provincia de Sulawesi del Sur, dice AFP.
Los precios del crudo se han multiplicado por seis en seis años, pasando de 20 dólares a comienzos de 2002 en Nueva York a un récord histórico de 135 dólares el jueves pasado.
En Londres, cientos de camiones se dirigieron este martes hacia el centro de la ciudad tocando bocina para reclamar una baja de los impuestos sobre la gasolina.
Representantes de los camioneros españoles eran a su vez recibidos en el Ministerio de Transporte en Madrid para discutir el precio del gasóleo, mientras una organización minoritaria amenazó con convocar una huelga el 8 de junio si sus reivindicaciones no eran satisfechas.
En la ciudad francesa de Caen, al noroeste del país galo, fueron los conductores de ambulancias quienes expresaron su descontento en una caravana que avanzó a paso de tortuga por la ruta periférica en protesta por el aumento en un 40 por ciento de los precios del carburante en solo tres años.
Además continúan las protestas de los pescadores franceses, iniciadas hace dos semanas, y a ellos se sumaron sus colegas españoles. Los huelguistas intentan sumar a la protesta a trabajadores del mar de otros países para exigir una reducción del precio del gasóleo en Europa.
La principal organización patronal de pesca española, que aglutina a 1 400 empresas y representa a 1 600 barcos y 20 000 pescadores, convocó a una huelga ilimitada a partir del viernes próximo.
Ante esta escalada de protestas, la Comisión Europea solo se limitó a criticar la idea del presidente francés Nicolas Sarkozy de poner un tope al Impuesto al Valor Agregado (IVA) sobre el precio del petróleo para limitar los efectos de la disparada del precio del llamado oro negro.
Según la Comisión, esto enviaría «una mala señal» a los países productores de petróleo.