BAGDAD, enero 28.— Uno de los ataques más mortíferos contra fuerzas de Estados Unidos desde finales del pasado año se produjo este lunes en Mosul, capital de la provincia de Nínive, al norte de Iraq, en el cual resultaron muertos cinco soldados norteamericanos, reportó AP.
La patrulla fue atacada por una bomba al costado del camino y luego recibió disparos de armas pequeñas, anunció la mayor Peggy Kageleiry, vocera del ejército de Estados Unidos en el norte del país.
El hecho se produce tras la llegada el domingo a la región de refuerzos iraquíes, apoyados por tanques y helicópteros, para llevar a cabo una «ofensiva final “decisiva” contra Al Qaeda», según anunció la pasada semana el primer ministro Nuri al-Maliki. Todas las acciones contra las fuerzas militares extranjeras en Iraq están siendo señaladas como actividades de la agrupación terrorista, para ocultar la resistencia a la ocupación, que se centra actualmente en las provincias de Nínive, Salahuddin y Diyala, según informaciones de prensa.
Las cinco bajas norteamericanas de este lunes se suman a tres soldados que murieron durante el fin de semana, uno en una explosión en Bagdad; otro el sábado, al estallar un artefacto en el barrio chiita de Kadhamiyah (noroeste de Bagdad), y el domingo un tercero en la explosión de una bomba al paso de su vehículo, en el noreste de la capital.
Con la muerte de estos ocho militares asciende a 3 940 el número de soldados estadounidenses muertos en Iraq desde el inicio de la invasión en marzo de 2003, según el balance del sitio web Antiwar.com.