Lima, agosto 24.— Unos 70 efectivos del ejército peruano se sumaron este viernes a las tareas de extinción del incendio forestal que se desató el miércoles en el Parque Arqueológico de Machu Picchu y que por el momento no ha causado daños a los vestigios incas.
El incendio, que se originó en el margen izquierdo del río Vilcanota, se concentra frente a los kilómetros 96,5 y 99 de la línea férrea del tren Cuzco del oeste, lo que ha ayudado, sin embargo, a que las llamas se alejen de la ciudadela inca, declarada el pasado 7 de julio como una de las nuevas siete maravillas del mundo.
Según las autoridades, hasta el momento el fuego no ha dañado a los monumentos ni a la actividad turística de la zona, aunque sí ha afectado a la fauna y flora del parque arqueológico.
La ciudadela inca de Machu Picchu está ubicada en un parque natural de 32 000 hectáreas y en 1981 la UNESCO la declaró Patrimonio Mundial de la Humanidad con la doble categoría de «cultural y natural», título que ostentan solo 23 zonas protegidas del mundo.
El complejo arqueológico se encuentra sobre una cumbre boscosa en las estribaciones de la selva cuzqueña y en esta época del año los campesinos asentados en el lugar suelen «limpiar» sus campos de cultivo mediante la quema de pastos secos, apunta EFE.