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17 de abril de 2007
Estimado Fiscal General Alberto Gonzales:
Dennis J. Kucinich Según me he enterado, en virtud de un fallo emitido recientemente por la jueza de Distrito Kathleen Cardone, Luis Posada Carriles puede ser puesto en libertad de su prisión en Nuevo México, bajo fianza. Me opongo categóricamente a que Posada Carriles sea puesto en libertad y reafirmo que la decisión es incompatible con el respeto a la política y los principios de nuestra nación con respecto al terrorismo. Este caso es importante para las relaciones de los Estados Unidos con nuestros vecinos en el hemisferio, así como para nuestra credibilidad moral en la llamada «Guerra Mundial contra el Terrorismo».
Posada Carriles es un exiliado cubano entrenado por la CIA, implicado en una serie de incidentes terroristas, incluida la voladura de un avión de Cubana de Aviación, que ocasionó la muerte de 73 personas el 6 de octubre de 1976. Las pruebas sobre este caso comenzaron a relucir apenas en 2005, cuando el Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad George Washington publicó un documento desclasificado de la CIA de 1976, en el que se cita a Posada Carriles: «Vamos a derribar un avión cubano».
Además, Posada Carriles participó en un bien conocido acto de terrorismo nacional ocurrido aquí en Washington, D.C., con el atentado con bomba que mató al ex ministro de Relaciones Exteriores de Chile Orlando Letelier y a su asociada estadounidense Ronnie Moffitt.
Carter Cornick, especialista jubilado en contraterrorismo del FBI que trabajó en el caso de Letelier, dijo en una entrevista con The New York Times que la voladura del avión de Cubana de Aviación y el atentado con bomba contra el automóvil de Letelier fueron planeados en una reunión celebrada en junio de 1976 en Santo Domingo a la que asistió Posada Carriles. Cornick dijo que Posada Carriles estaba involucrado «hasta los tuétanos» en la planificación de los ataques. Cuando se produjeron esos ataques la policía venezolana encontró mapas y otras pruebas en la residencia de Posada en Venezuela que lo vinculaban con los actos terroristas.
Además, al evadir a la justicia venezolana, Posada Carriles ha podido seguir cometiendo crímenes terroristas en los últimos años. En una entrevista sostenida en 1998 con The New York Times, Posada Carriles se declaró responsable de haber organizado una serie de ataques con bomba contra hoteles, tiendas y otros objetivos civiles cubanos durante el verano de 1997. Estos ataques dinamiteros mataron a un turista italiano e hirieron a otras 11 personas.
En noviembre de 2000, Posada Carriles fue arrestado en Panamá por preparar una bomba que estallaría en el Paraninfo de la Universidad de Panamá, donde estaba previsto que Fidel Castro pronunciaría un discurso. Se esperaba que centenares de personas asistieran a esta actividad, y si la inteligencia cubana no hubiera descubierto de antemano este complot, se habrían producido enormes cantidades de víctimas civiles. Posada Carriles fue declarado culpable en un tribunal panameño, pero luego fue indultado por la Presidenta panameña Mireya Moscoso justamente días antes de terminar su mandato en agosto de 2004.
El 19 de septiembre de 2001, el Presidente Bush reafirmó enérgicamente nuestra política nacional contra el terrorismo: «Todo el que brinde refugio a un terrorista, que apoye a un terrorista, tendrá que responder por sus actos. Insto enérgicamente a todas las naciones del mundo a que rechacen el terrorismo, a que expulsen a los terroristas». Hace poco, el 10 de abril de 2007, el Presidente Bush reiteró ese sentir cuando dijo: «El que dé refugio a un terrorista es tan culpable como el terrorista. Eso es una doctrina. Para que este país sea digno de crédito, cuando el Presidente dice algo, debe decirlo en serio. Lo digo en serio».
Si Posada Carriles es excarcelado bajo fianza, cabe suponer razonablemente de que podría huir de los Estados Unidos para evitar seguir siendo enjuiciado por este país y por otros. Tolerar ese resultado es incongruente con las políticas y los principios declarados de los Estados Unidos con respecto a la «Guerra Mundial contra el Terrorismo» y daña la postura de los Estados Unidos entre la comunidad internacional. Como tal, proporcionar a Posada Carriles la oportunidad de evadir el enjuiciamiento por actos de terrorismo comprometerá la credibilidad moral de los Estados Unidos.
Insto a los Estados Unidos a que tomen el siguiente curso de acción alternativo: devolver a Posada Carriles a Venezuela donde el ex Vicepresidente José Vicente Rangel ha afirmado inequívocamente que Posada Carriles será enjuiciado por sus crímenes. Es una prioridad para Venezuela, y para los Estados Unidos deberá ser una prioridad garantizar que Posada Carriles «quien se escapó de una cárcel venezolana» no sea premiado por tratar de evadir las leyes venezolanas. Los Estados Unidos deben dejar bien claro que no recompensan a los terroristas.
Gracias por su atención en este asunto. Espero con interés su pronta respuesta.
Cordialmente,
Dennis J. KucinichMiembro del Congreso(Traducido por Ana María Acosta y Mabel Rivas, del Equipo de Traductores de Cubadebate y Rebelión)
