Foto: AP CIUDAD DE GUATEMALA, marzo 12.— Una S en forma de swástica se apreciaba en las pancartas con las que muchos de los miles de guatemaltecos que repudiaron la visita de Bush, escribieron el apellido del mandatario.
Como en los puntos anteriores de su gira, el rechazo a la presencia aquí del jefe de la Casa Blanca hizo verdadera explosión este lunes, cuando unas 2 000 personas se hicieron a las calles para protestar contra la política migratoria de la administración republicana, el Tratado de Libre Comercio y la guerra en Iraq.
«¡Fuera Bush!» era el mensaje de los pasquines y de los gritos de los manifestantes, sobre todo, estudiantes con el rostro cubierto y miembros de organizaciones populares y mujeres campesinas, reportó AFP.
Los manifestantes, que intentaban acercarse al Palacio Nacional de la Cultura, en el centro histórico de la capital y sede de los encuentros de Bush con las autoridades guatemaltecas ripostaron con palos incendiados, botellas, lapiceros y todo lo que encontraban a mano a las fuerzas de seguridad, que los reprimió con gases lacrimógenos.
La víspera en Tecpán, cientos de indígenas guatemaltecos participaron en una vigilia y una ceremonia maya contra su anunciada presencia. «Este es un acto de resistencia, de defensa de nuestra soberanía y de la madre tierra», declaró a PL el líder indígena y campesino Juan Tiney.
Como antes de emprender su repudiado periplo, el Presidente de Estados Unidos quiso dar un cariz humanitario a su visita, rodeada de fuertes medidas de seguridad, en este paupérrimo país centroamericano, de mayoría indígena, apuntó la AFP.
La primera actividad de su agenda en Guatemala fue una visita a una escuela de la localidad de Santa Cruz de Balanyá, en el departamento de Chimaltenango (oeste de la capital), convertida durante cinco días por el ejército estadounidense en un ambulatorio de campaña donde «intentan paliar» los problemas de salud de una población indígena sin recursos. Después estuvo en una cooperativa de labradores mayas que exportan a Estados Unidos, y visitó las ruinas mayas de Iximché, cerca de Tecpán, puso fin a lo que la agencia denominó «baño» popular, en un intento por edulcorar su imagen en un país en el que parte de la población lo considera «genocida, invasor, fascista y criminal» por su política imperialista, en particular en Iraq.
De hecho, para este martes está prevista una «limpia» en Iximché para echar a los «malos espíritus y las malas energías» que habrá dejado en esta ciudad sagrada.
Tras visitar Colombia, donde dejó muchas promesas y pocos resultados en medio del rechazo popular, Guatemala fue la penúltima etapa de su gira latinoamericana que concluirá este martes en México. El periplo ha coincidido con el recrudecimiento de la política migratoria en Estados Unidos, que han sentido en carne propia los guatemaltecos, fuertemente dependientes de las remesas que envían sus familiares, apuntó.
La inseguridad sería otro de los asuntos de la agenda de Bush y el presidente Oscar Berger. También tiene la vista puesta en los cultivos e industria de la caña de azúcar de Guatemala, segundo productor de América Latina y quinto del mundo, para fabricar etanol, dijo AFP.
El presidente mexicano Felipe Calderón lo recibirá en la tranquila ciudad de Mérida, cabeza de Yucatán, virtualmente tomada por los equipos de seguridad desde hace días e inusualmente estremecida también por manifestaciones de rechazo a Bush.