Foto: Alberto Borrego SUCRE, Miranda.— Primero fue la lucha a muerte contra el analfabetismo, que permitió enseñar a leer y escribir en solo dos años a un millón y medio de venezolanos. Ahora la meta es lograr el sexto grado, una batalla que el Gobierno Bolivariano de Venezuela viene librando en favor de la clase más humilde de la nación.
«Alfabetizarse o concluir la primaria no garantizan salir de la pobreza, pero son un requisito indispensable para conseguirlo, y también para fortalecer la conciencia, los conocimientos y elevar el nivel espiritual».
Así lo afirmó el ministro de Educación y Deportes, Aristóbulo Istúriz, y agregó que por esa razón es importante estimular la continuidad de estudios de los sectores tradicionalmente excluidos.
Durante uno de los actos de graduación efectuados este fin de semana en todo el país, en los cuales recibieron su diploma de sexto grado 327 000 venezolanos en la Misión Robinson, el titular de Educación se refirió a las nuevas posibilidades que se abren junto a las opciones de superación.
En este sentido, explicó que ya se han constituido unas 6 500 cooperativas, con cerca de 60 000 miembros, y se han apoyado iniciativas de unos 5 000 compatriotas que dominan un oficio y solicitaron ayuda para crear empresas familiares. Nuevas opciones de empleo vinculadas a la cultura surgirán para aquellos que permanecen desocupados, dijo.
Casi 1 200 000 venezolanos alfabetizados gracias al método cubano Yo sí puedo, continúan hoy en la batalla por culminar la primaria.
A todos ellos, el mensaje de Julia Galvi, una anciana de 75 años que hace tres aprendió a leer y escribir, y este fin de semana recibió su diploma de sexto grado:
«Yo no entendía las letras ni sabía sumar, pero gracias al presidente Chávez he abierto los ojos. Nadie es viejo para aprender, por eso, si la salud me acompaña, seguiré adelante hasta terminar el bachillerato».