Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

¿Cómo saber si lo que siento es amor o simplemente atracción pasajera?

Dentro del área de la afectividad humana, encontramos la emoción y el sentimiento. La primera se caracteriza por una rápida y repentina aparición y va acompañada de cambios bruscos

Autor:

Mariela Rodríguez Méndez

D.L. ¿Cómo saber si lo que siento es amor o simplemente atracción pasajera?

Dentro del área de la afectividad humana, encontramos la emoción y el sentimiento. La primera se caracteriza por una rápida y repentina aparición y va acompañada de cambios bruscos en el estado de ánimo. Por ejemplo, las clásicas maripositas estomacales, el corazón latiendo a mil por hora, el pensamiento obsesivo sobre la persona de interés y el insomnio mientras se sueña despierto.

También existe una restricción de intereses, y pareciera que el mundo ya no gira en torno al Sol, sino alrededor de la persona por quien se siente enamoramiento. Pero eso, aunque parezca mentira, no es amor. Es un fenómeno neuroquímico que nubla la corteza prefrontal, encargada del raciocinio, la toma de decisiones y la capacidad de evaluar lo positivo y lo negativo.

Al pensar o estar cerca de ese sujeto se segregan hormonas de placer (serotonina, oxitocina y dopamina) y la sensación que provocan crean una especie de adicción, lo cual nos lleva a repetir el patrón en búsqueda de esa recompensa, a recrear las vivencias y reproducir el estímulo para desencadenar esos neurotransmisores.

Esa emoción, que llega con carácter arrasador, así de rápido desaparece, después de seis meses, por lo general. Por otra parte, tenemos los sentimientos y, entre ellos, al más universal de todos, el amor. Estos comienzan de forma paulatina, de a poco. No son tormentosos como los rápidos de un río, sino constantes y serenos como un arroyuelo.

Esa experiencia te permite evaluar lo positivo y negativo de tu pareja sin la invidencia del enamoramiento, pues a pesar de los defectos se eligen y aceptan. Es una construcción sin restricciones de otros intereses, un ajuste en el que la relación se ensambla, y promueve la realización más allá del marco de la pareja; donde existe amistad y compañerismo altruista más que el deseo de satisfacción egoísta, y esto causa que la felicidad del otro sea tan importante como la propia.

Cuando hay amor, el interés se centra no solo en obtener del otro, sino en compartir nuestras propias riquezas. Y además es estable en el tiempo y no desaparece, aunque trasmute su manifestación.

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.