Cada año trae consigo vaticinios sobre lo que podemos esperar en cada ámbito. En lo tecnológico algunas cuestiones se hacen reiterativas porque no acaban de despegar
Año nuevo, vida nueva. O quizá no tan nueva, a fin de cuentas solo es un cambio de fecha, pero no hay dudas de que la vuelta al calendario renueva ilusiones, fomenta planes y trae consigo esperanzas.
En el mundo tecnológico la historia no es diferente, aunque las premoniciones, hay que ser justos, comienzan a hacerse repetitivas. Y es que muchas de las cuestiones que se avizoran como novedosas en realidad no lo son; sencillamente están ahí desde hace algún tiempo, pero no acaban de avanzar como se auguraba.
Para el año que acabamos de estrenar se espera que la realidad virtual, por ejemplo, comience a fusionarse con la realidad aumentada, dos tecnologías destinadas a digitalizar nuestras vidas de una forma inmersiva, pero que hasta el momento no pasan de alguna que otra pincelada destacada.
El cruzamiento de estas dos técnicas, sin embargo, permitiría superponer objetos digitales sobre sus pares físicos y, al mismo tiempo, llevar al usuario a vivir en un mundo paralelo. El informe anual de previsiones de la compañía Ericsson razona que a la vuelta de una década tendremos juegos de realidad virtual indistinguibles de la realidad física. Mientras ese momento llega, los negocios podrían aprovechar las tecnologías existentes en este campo para brindar experiencias a sus consumidores más inmersivas, y por lo tanto cada vez más digitalizadas.
Lo que sí se espera este año con fuerza es que comiencen a popularizarse, al menos en el mundo desarrollado, las redes 5G. La quinta generación de redes de telecomunicaciones para telefonía móvil requiere de algo de tiempo. Pero Qualcomm, el mayor proveedor de procesadores para teléfonos móviles, anunció nuevos chips compatibles con esta red para este año. De comenzar a instalarse en estos equipos, tal y como se espera que suceda, aumentará el número de terminales en el mercado capaces de soportar esta tecnología.
Otra compañía que anunció su llegada a esta quinta generación fue Apple, con sus iPhone, un importante segmento del mercado. Más allá de la mejora de la velocidad de conexión, en teoría en una media de diez Gb/s, la 5G está llamada a desarrollar un ecosistema masivo de Internet de las Cosas, en el cual las redes puedan satisfacer las necesidades de comunicación de miles de millones de dispositivos conectados, con las compensaciones correctas entre velocidad, latencia y costo, apunta la web especializada en tecnología Gemalto.
Otro cambio importante que se reitera este año es el de una explosión de móviles flexibles o plegables. Los expertos esperan que Samsung presente varios modelos capaces de aprovechar las potencialidades de las pantallas OLED, a lo que se unirían Huawei y Motorola. Aunque esta forma de diseñar móviles seguramente tenga un mercado, el teléfono inteligente necesita de una evolución, porque en términos de innovar no se ha aportado mucho.
Eso sí, el año que recién terminó nos dejó teléfonos cada vez más potentes y baratos, como los casos de Xiaomi, Oppo o Realme, todos chinos, por cierto. Y es ahí donde precisamente está el talón de Aquiles de los móviles plegables: son carísimos.
Por otro lado, los expertos vaticinan que el mercado de pantallas para dispositivos móviles sufrirá un cambio drástico como resultado de la introducción de la 5G. Esta tecnología permitirá el uso de aplicaciones que exigen una gran velocidad de datos, como aquellas que emplean la realidad aumentada, por ejemplo. Por tanto, las pantallas deben ser capaces de representar imágenes de alta calidad a esas nuevas velocidades de vértigo, lo cual hoy es casi exclusivo para los terminales de gama alta.
Así, los expertos creen que los paneles de 90 hercios (Hz), e incluso de 120 Hz, comenzarán a tener un papel más importante en los dispositivos móviles, y no solo entre los modelos de gama alta.
La inteligencia artificial es cada vez mejor. Así lo demuestran los asistentes personales, los teléfonos móviles, los bots en redes sociales de mensajería… Sin embargo, es importante que su desarrollo se encamine a ser una tecnología al servicio de la sociedad y no un medio para vigilar a los ciudadanos.
En julio de 2019, ante la Comisión Europea, por ejemplo, se trató sobre la necesidad de que los sistemas de inteligencia artificial que se desplieguen para garantizar la seguridad sean «respetuosos con la ley y con los derechos fundamentales» y estén alineados con principios éticos, como recuerda el diario español ABC.
Y es que en algunos casos se ha demostrado que la inteligencia artificial puede ser manipulada, como Tay, el bot de Twitter presentado por Microsoft que en unas horas se hizo racista y xenófobo, o el algoritmo de Google Photos, que demostró serias fallas de razonamiento al crear álbumes automáticos con personas de la piel negra.
Por eso se espera que la seguridad en el desarrollo de nuevos sistemas de inteligencia artificial sea clave para este año.
La computación en la nube, o la nube, como ya la conocemos popularmente, era una novedad hace apenas un quinquenio. Hoy es la tecnología que ampara a muchos servicios de internet. La consultora Gartner prevé, sin embargo, un cambio en su forma de actuar.
Hasta ahora la nube tenía un carácter centralizado, pero se espera que comience a ser distribuida. En la primera arquitectura de información, el proveedor del servicio ubicaba sus datos físicos lejos de su alcance, y los ofrecía de forma remota, pero ese servicio se generaba desde un centro de datos específico. Con la tecnología de nube distribuida, el proveedor es responsable de todos los aspectos de la arquitectura del servicio, la entrega de contenido, las operaciones, el control y las actualizaciones.
La evolución de la «nube pública» centralizada hacia la «nube pública distribuida» marcaría, según las previsiones de Gartner, el comienzo de una nueva era de computación en la nube. Aunque muchas empresas ya han iniciado esta transición, se espera que se acelere en los próximos tiempos. La idea es que los centros de datos se ubiquen en cualquier lugar. Esta medida resuelve problemas técnicos de latencia, pero impone retos como el de la soberanía sobre los datos.
Entretanto, los altavoces inteligentes como Alexa, de Amazon, han conquistado al público por sus funcionalidades y capacidades para interactuar con comandos de voz. Sin embargo, Gartner vaticina que en 2020 viviremos una segunda oleada de estos equipos, los cuales podrían comenzar a emitir publicidad.
Se espera que se realicen campañas de publicidad orientadas a la voz y al audio en la medida en que las búsquedas por comandos de voz se incrementen. Es una nueva forma de relacionarse el ser humano con las máquinas.
Xbox Series X será la continuación de Microsoft en el mercado de las consolas. Foto: Microsoft
PlayStation 5 y Xbox Series X son los nombres de las nuevas consolas de videojuegos de Sony y Microsoft, respectivamente, las cuales verán la luz a finales de este año.
Luego de seis años de la actual generación, lo que se avecina en este campo es una guerra total por conseguir usuarios.
Sony se lleva las palmas en la actualidad porque supo conseguir un abanico de estudios para títulos exclusivos que le agenciaron el favoritismo del público. Sin embargo, Microsoft ha hecho «la tarea» y de cara a la siguiente generación tiene ya de su lado a un grupo de desarrolladores que se espera que planten cara a Sony.
Lo más llamativo de lo que está por venir reside a nivel tecnológico. Se espera que ambas consolas hagan uso del ray tracing, una técnica de efectos de iluminación que brinda gráficos realistas, superiores a todo lo que conocemos hasta ahora en las actuales consolas.
También disminuirían de forma significativa los tiempos de carga, y pasarían a ser casi inexistentes, pues PlayStation 5 y Xbox Series X se supone que empleen discos duros SSD de última generación con velocidades de escritura de vértigo.
Nintendo, por su parte, continuará apostando por sus títulos originales, que han hecho que su Switch ya acumule 44 millones de unidades vendidas.
Al mismo tiempo se espera que esta nueva generación de consolas refuerce los servicios de videojuegos en streaming a nuevos niveles.
Son estas algunas pinceladas de lo que nos depara 2020, año en el que tecnologías como Machine Learning o el procesamiento de datos de seguro serán todavía más poderosas.