La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con financiamiento del Fondo Verde para el Clima, apoya a Cuba para propiciar su incorporación al proyecto de reducción de emisiones por deforestación y degradación de bosques (REDD+)
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con financiamiento del Fondo Verde para el Clima, apoya a Cuba para propiciar su incorporación al proyecto de reducción de emisiones por deforestación y degradación de bosques (REDD+), teniendo en cuenta que los compromisos de los países para mitigar y adaptarse al cambio climático son una parte integrante de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Se trata de un mecanismo internacional, creado por la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático, con el propósito de mitigar los efectos de ese fenómeno e impulsar la seguridad alimentaria.
Lograr la protección ambiental y alimentaria es una prioridad y avanzará el país en ese sentido, teniendo en cuenta que en primera instancia Cuba movilizará recursos financieros con el fin de apoyar al sector forestal frente al impacto del cambio climático.
Según trascendió en el taller de preparación para insertarse en ese mecanismo, la coordinación de esta etapa preparatoria en el país estará a cargo de la Dirección del Servicio Estatal Forestal del Ministerio de la Agricultura y la FAO.
Cuba podrá crear los marcos legales necesarios que le permitan acceder al pago por resultados derivados del fomento de sus bosques y las acciones para evitar la degradación y deforestación.
Como parte del accionar en esta primera etapa de preparación para la implementación de REDD+ en Cuba figura el desarrollo de un Sistema Nacional de Monitoreo Forestal sólido, la interpretación de salvaguardas y directrices nacionales, la definición de niveles de referencia de emisiones forestales, y la adopción de un Plan de Acción Climática para el sector forestal que incluya perspectivas de género.
De los ocho países que han recibido fondos de pago por resultados por su gestión integral de bosques, Cuba podría aprender para que su previa preparación sea más eficiente, coincidieron Maricarmen Ruiz, coordinadora del equipo REDD+ para Latinoamérica y el titular de la FAO en el país, Marcelo Resende.
La reducción de las emisiones debidas a la deforestación y la degradación de los bosques, la gestión sostenible de estos, la conservación y mejora de las reservas de carbono en estos ecosistemas, constituyen una parte fundamental de los esfuerzos globales por mitigar el cambio climático.
Integrar la REDD+ es muy importante en tanto la FAO diseña apoyo mediante esta iniciativa para la generación de capacidades confeccionadas a medida de las necesidades específicas de cada país.
A partir del Sistema Nacional de Monitoreo de los Bosques, los Niveles de referencia de emisiones forestales, los Salvaguardas y Sistemas de información de las salvaguardas así como las Estrategias nacionales y Planes de acción se sustenta este modelo.
Se calcula que aproximadamente un 20 por ciento del total de las emisiones de gases de efecto invernadero son producidas por la tala de los bosques para su conversión en tierras de cultivo.
El objetivo del programa REDD+ es combatir estas emisiones mediante el desarrollo de actividades de gestión sostenible de los bosques, poniendo en valor, además de los recursos madereros, los otros bienes y servicios que pueden aportar los bosques a las regiones donde se encuentran y a sus países, centrándose en las comunidades y en los usuarios de los bosques.