El municipio de Oymyakon (Rusia), ubicado en el este de Siberia, ostenta el récord de la temperatura más baja jamás registrada en un lugar habitado por el hombre: -71,2ºC. Según consta en los registros, esta ha sido alcanzada en dos ocasiones: el 11 de febrero de 1895 y posteriormente el 10 de enero de 1982.