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Sinuar, el palestino

Autor:

Leonel Nodal

Su nombre, así como suena en español: Sinuar, o como le decían los más allegados: Abu Ibrahim, ya era una leyenda del pueblo palestino cuando cayó combatiendo el viernes 16 de octubre, entre los escombros de Tal al Sultán, en Rafah, en el extremo sur de Gaza, en desigual combate contra una tropa de asalto israelí, apoyada por fuego aéreo.

Con una mano destrozada, casi cortada, sin balas ni granadas, agotado y al borde de la muerte, Sinuar agarró un trozo de madera y lo arroja hacia el avión no tripulado israelí que vino a asegurar su identidad, antes del tiro de gracia de un francotirador. Murió en un combate cara a cara con los soldados israelíes. A su lado también cayó el comandante del batallón de la barriada Tel Al Sultan, Muhammed Hamdan.

El peor error que cometieron sus asesinos fue filmar un corto video de aquel instante y subirlo a las redes sociales, en un macabro festín de celebración, que se volvió el peor testimonio en contra de sus autores, y de inmediato me hizo recordar las fotografías del Che Guevara que lo inmortalizaron, ultimado por soldados al servicio de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos. Otro guerrillero de la lucha contra el neocolonialismo patrocinado por la misma potencia imperial ha caído en combate desigual por la libertad de su pueblo, calificado de «terrorista» por el mismo aparato transnacional de medios de distorsión masiva de opinión.

Tanto así que el presidente Joseph Biden no se pudo contener y desde un escenario en Alemania, donde asistía a una reunión de la guerrerista OTAN celebró  que «con la ayuda de nuestros servicios de Inteligencia» el ejército israelí persiguió  sin descanso a los dirigentes de Hamás y otros líderes de la milicia palestina.

Sin embargo, al final, fue solo por pura casualidad que un grupo de soldados se topó con Sinuar y logró poner fin a su vida en combate desigual.

El líder de Hamás resistió hasta el desenlace. Había nacido en el campo de refugiados de Jan Yunis, en la Franja de Gaza, en octubre de 1962, en el seno de una familia de refugiados procedentes de la ciudad palestina de Majdal, barrida por las bandas terroristas sionistas en 1948, durante la Nakba palestina, que precedió la implantación del Estado sionista de Israel.

Fue detenido por primera vez por los israelíes a la edad de 20 años, en 1982, durante diez meses y una vez más en 1985, durante ocho meses. En 1987, Sinuar recibió la misión del fundador de Hamás, el jeque Ahmad Yasin, de crear un aparato de seguridad encargado  de detectar, perseguir y castigar a los colaboradores que informaban a las fuerzas de ocupación israelíes sobre activistas palestinos dentro de la franja.  En 1988 fue detenido y condenado a cuatro cadenas perpetuas por secuestrar y matar a dos soldados israelíes y a cuatro colaboradores.

En 2011 fue uno de los más de mil detenidos palestinos liberados a cambio de un soldado israelí llamado Gilad Shalit, después de cumplir 23 años de encierro en las duras condiciones de encarcelamiento, que lejos de destruirlo lo convirtieron en un respetado líder.  

Tras el asesinato por Israel de Ismail Haniyeh en Teherán el 31 de julio de 2024, después de largas deliberaciones, el Consejo de Hamás nombró el 5 de agosto a Sinuar nuevo líder político del movimiento.

Su muerte en combate representa otro duro golpe para Hamás, pero es muy poco probable que afecte a la supervivencia del movimiento.

En el pasado, Israel asesinó a varios importantes líderes de Hamás: al fundador del grupo, el jeque Ahmed Yasin, que estaba en silla de ruedas, en marzo de 2004, y a su sucesor Abd al-Aziz al-Rantisi, el 17 de abril de 2004. Ahmed al-Yabari, el líder del ala militar de Hamás, las Brigadas Izziddin Al-Qassam, fue asesinado el 14 de noviembre de 2012.  Y en fecha más reciente los israelíes ultimaron al líder adjunto de Hamás, Salih al-Aruri, y en el pasado junio al  jefe de las Brigadas al Qasam, brazo armado de Hamás, Mohamed Deif.

Tras confirmarse la muerte de Sinuar, Hamás advirtió que la muerte de sus líderes «no significa ni el fin del movimiento, ni el de la lucha del pueblo palestino».

No es casual que las brigadas de milicias que mantienen en vilo al poderoso ejército israelí hace más de un año recibieran el nombre del jeque Ezeddine al  Qassem, asesinado por los ocupantes británicos en 1936 y considerado el primer combatiente por la libertad de Palestina.

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