Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

La imagen reveladora

Autor:

Nelson García Santos

Los recuerdos andan aflorando ahora con más ahínco sobre aquellos días de diciembre de 1958 en que se paseó la victoria del verde olivo, conquistada a fuego y metralla.

A 60 años de aquellos días luminosos, el homenaje irrumpe en un manojo de ciudades y comunidades más pequeñas que abrazaron a los barbudos a lo largo y ancho de toda la Isla, pero especialmente en el oriente y el centro del país, les tendieron la mano durante y después de los combates o, simplemente, luego de la rendición del desmoralizado y huidizo ejército de la dictadura.

Más allá de los compromisos productivos de los trabajadores, el arreglo y embellecimiento en la medida que permiten los recursos materiales y financieros, se pone especial connotación en desentrañar o retomar pasajessobre la historia de lo ocurrido, muy provechoso a fin de tirar una rápida, pero aguda ojeada sobre lo que entonces teníamos y tenemos ahora, a pesar de las zancadillas del imperio, que jamás cejan.

Porque más allá de lo mucho que pueda faltar en el orden material, el que más aguijona, la misma imagen del transcurrir en la tribuna de la calle, con sus colas o preocupaciones por carencias transitorias, nada tiene que ver con aquella estampa indigente predominante en incontables lugares.

En Villa Clara hay genuinos motivos para festejar. El Ejército Rebelde desplegó aquí una ofensiva, iniciada con la liberación de Güinía de Miranda, seguida por la comunidad de Báez y Falcón, Zulueta, Placetas, Manicaragua, Caibarién, Remedios y Santo Domingo, hasta el colosal triunfo del comandante Ernesto Che Guevara en Santa Clara.

El recuerdo a todos los que se empinaron con el fusil en busca de un porvenir promisorio y, en especial, a quienes cayeron heroicamente en plena juventud, marcan la rememoración en la cual combatientes de aquella gesta dialogan con las nuevas generaciones.

La historia pasada y el presente van de la mano al evocar, en cada lugar, la anémica situación en aquel antes lejano, que no vivieron muchísimos, pero resulta imprescindible traerlo de vuelta para saber meridianamente qué fuimos y qué somos.

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