Cincuenta y un años se celebraron este 19 de abril de la decisiva victoria del pueblo cubano y su Gobierno revolucionario en Girón, sobre la expedición armada del Gobierno de Estados Unidos utilizando a cubanos trabajando a su servicio. Esa extraordinaria victoria determinó los destinos de la patria al afianzar la voluntad del pueblo cubano de defender a cualquier precio su derecho a ser libre. Principalmente libre de Estados Unidos.
La codicia imperial estadounidense sobre Cuba se había concretado en 1898 con su intervención militar en la última de las guerras cubanas por su independencia de España. Después por su ocupación militar a partir de 1899 —por cierto, comenzada un 1ro. de enero—; y entonces por la legalización de su dominio sobre Cuba a través del Apéndice a nuestra Constitución política de 1901, conocida como la Enmienda Platt y el Tratado de Reciprocidad Comercial de 1902. Establecidas las estructuras políticas y económicas neocoloniales de la nueva República cubana, los intereses económicos y financieros estadounidenses se lanzaron desenfrenadamente a la compra de lo mejor del país aprovechando la depauperación nacional producto de las guerras de independencia.
Sesenta años transcurrieron desde el inicio de la ocupación estadounidense el 1ro. de enero de 1899 y el triunfo revolucionario del 1ro. de enero de 1959. Triunfo que en apenas dos años dio fin al sistema neocolonial impuesto a Cuba. La victoria de Girón derrotó militarmente la pretensión de Estados Unidos de reimponer a través de la fuerza armada su dominio sobre la Isla. Fue la primera victoria del pueblo cubano por su independencia y autodeterminación frente a EE.UU. en los sesenta y dos años transcurridos desde aquel infausto enero de 1899. Nos hizo al fin libres.
Aunque no cejó Estados Unidos en su empeño por dominar nuevamente a Cuba, después de su derrota en Girón en abril de 1961. De hecho, no han cejado los once diferentes Gobiernos estadounidenses —que han ejercido el poder desde enero de 1959 hasta la fecha— por reimponer su dominio imperial al pueblo cubano.
¿Qué recursos no han utilizado e intentado utilizar para reimponer ese dominio desde entonces al presente? ¿La imposición de una confrontación nuclear que hubiese dado al traste con la vida en nuestro planeta en octubre de 1962, apenas 18 meses después de su derrota en Girón? ¿Una inmisericorde política de bloqueo, cuyos propósitos genocidas son su fundamento aún, más de medio siglo después de haberse comenzado a implementar? ¿La dirección y financiamiento de una política de terrorismo de Estado que tantas muertes y angustia ha causado al pueblo cubano todas estas décadas, y que no ha sido descartada ni rechazada por los Gobiernos norteamericanos en su afán por destruir la independencia y las libertades del pueblo cubano? Política de terrorismo de Estado que hace posible la protección de los agentes —monstruos nacidos en Cuba— que la han implementado, y que hoy viven o mueren —por muerte natural— libremente en Miami.
Fiel a su política de terrorismo de Estado en contra del pueblo cubano, el Gobierno de Estados Unidos arrestó, encausó, enjuició e impuso terribles condenas de prisión a cinco cubanos que se encontraban en este país para saber y así frustrar acciones terroristas en contra de su pueblo. Por falta de espacio solo añadiré hoy, como parte de la política estadounidense de agresión permanente contra los cubanos por estos últimos 53 años, la utilización de armas bacteriológicas contra seres humanos, incluyendo niños, contra animales y cosechas. ¿Qué no ha utilizado Estados Unidos por reimponer su dominio imperial a Cuba?
Girón, esa victoria emblemática del pueblo cubano ante sus agresores de siempre, les demostró a los cubanos su capacidad, basada en la unión, de defender sus inalienables libertades en contra de cualquier enemigo, no importa lo formidable y poderoso que este sea.
Como siempre nos recuerda con alegría Girón, la victoria, esa excepcional canción de mi entrañable hermana Sara González, Girón nos enseñó que:
… cuando no se olvida que no hay libertad regalada, sino tallada sobre el mármol y la piedra de monumentos llenos de flores y de tierra, y por los héroes muertos en las guerras se tiene que luchar y ganar, se tiene que reír y amar, se tiene que vivir y cantar, se tiene que morir y crear…
Hoy se camina confiado por los surcos de la historia, donde pelearon los héroes para alcanzar la victoria.
*Director de Areítodigital