Es fundamental reafirmar la vigencia del marxismo como herramienta para comprender las raíces estructurales de la desigualdad, la explotación y la dominación. Autor: Vladimir Molina Publicado: 15/10/2025 | 10:18 pm
En un contexto global adverso, donde intentan imponer a toda costa las narrativas del capitalismo como la «ley del más fuerte», se hacen más necesarias citas como el Encuentro Internacional de Publicaciones Teóricas de Partidos y Movimientos de Izquierda que, este miércoles, abrió las puertas de su tercera edición en la Universidad del Partido Comunista de Cuba Ñico López.
Ser contrahegemónicos bajo ese contexto de amenazadas imperiales, contribuyendo a edificar una ideología común de lucha, fue una de las primeras misiones planteadas en la jornada inaugural por el miembro del Buró Político y secretario de Organización del Comité Central del Partido, Roberto Morales Ojeda.
Sin embargo, para batallar unidos en estas horas, «resulta urgente encontrarnos y, desde la reflexión y el compromiso, promover las ideas más avanzadas de la izquierda, el pensamiento crítico y la acción política conjunta», expresó en sus palabras.
Ante la agresiva política del Gobierno de Estados Unidos, su desenfrenada carrera belicista y la amenaza constante a la paz, advirtió que, para combatir la retórica imperial, ninguna diferencia táctica en cuanto a enfoque o formas de actuar ante una u otra coyuntura, debe constituir obstáculo para que nos movilicemos frente a los enormes peligros que se ciernen.
Las alertas vienen desde hace varias décadas, y descansan en las ideas avanzadas del líder histórico de la Revolución Cubana, Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, a quien está dedicado especialmente este encuentro internacional en el año de su centenario. Fidel, expresó Morales Ojeda, nos invita siempre a renovar su legado, incorporar sus enseñanzas y fortalecer la obra revolucionaria que bajo su dirección se construyó y que ha sido inspiración para los que creen posible una sociedad más justa y humana.
Fue el Comandante en Jefe, uno de los hombres comprometidos con la justicia social, quien nos alertó, desde hace varias décadas, de un fenómeno particularmente alarmante: el resurgimiento del fascismo. En ese sentido, Morales Ojeda comentó que el fascismo hoy toma formas diversas y adaptadas a los tiempos actuales, pero sostiene su esencia autoritaria, violenta y excluyente.
«No menos peligroso es el colonialismo cultural, que pretende erosionar nuestras identidades, apropiarse de nuestra historia y distorsionar los valores que nos definen como pueblos libres y soberanos», agregó.
Frente a estas amenazas, es fundamental reafirmar la vigencia del marxismo como herramienta imprescindible para comprender las raíces estructurales de la desigualdad, la explotación y la dominación, alertó.
Por eso este encuentro teórico no es, dijo, un simple evento académico. «Es una oportunidad para fortalecer ese vínculo indisoluble entre teoría y práctica, para construir saberes colectivos, para buscar respuestas comunes desde la diversidad de nuestras experiencias y contextos», subrayó.
Hacer frente a las amenazas
Durante la jornada inaugural Jorge Hernández Martínez, historiador, sociólogo y politólogo cubano, como parte del panel Geopolítica y relaciones internacionales: análisis de las tensiones globales y su impacto en la izquierda, definió el conflicto en Ucrania y el genocidio en Gaza como guerras que muestran, en ambos casos, los intereses del imperialismo estadounidense.
Hernández Martínez declaró que la guerra es un fenómeno transversal, permanente, criminal, con una lógica perversa y de destrucción. Es muy importante tener en cuenta la noción de imperialismo, que no se restringe a la definición de Lenin como fase superior del imperialismo, sino que también es su etapa permanente. Por eso el imperialismo busca anular los principales liderazgos de la izquierda mundial, apuntó.
Asimismo, explicó que los revolucionarios tenemos una tarea pendiente, entender la metamorfosis del fenómeno, pero manteniendo la vista en su espina dorsal, que es la ambición sobre el reparto desigual del mundo. «Tenemos que encontrar nichos y espacios para enfrentar el imperialismo desde dentro y desde fuera».
Para el académico, fertilizar los caminos de la izquierda frente a un enemigo recargado es la respuesta para enfrentar los intereses del capital pues, en su opinión, «estamos viviendo un nuevo desorden mundial, una época de transición, y ello impone forzar nuestro destino hacia el camino de los pueblos».
Por su parte, Chen Yiming, director general del Buró para América Latina y el Caribe del Diario del Pueblo, órgano oficial del Partido Comunista de China, explicó que actualmente la situación geopolítica es compleja en tanto el desarrollo y la seguridad enfrentan una incertidumbre sin precedentes, no obstante «la paz en todo el mundo sigue siendo prioridad».
Los países del sur global representan más del 40 por ciento del PIB mundial y el ascenso del sur global es el rasgo más característico de esta época, acotó Yiming. Para lograr un mundo más estable y próspero la clave está en la unidad. En ese sentido declaró que «China siempre mantendrá su compromiso con el sur global sin importar el cambio en los contextos sociales».
La hermandad entre China y Cuba, subrayó luego, que es modelo en los países socialistas, trasciende el espacio y el tiempo desde que Fidel y Mao Tse Tung sellaron esta alianza, hace más de 60 años.
En la más reciente reunión en China entre el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y su homólogo Xi Jinping, se patentó la voluntad de reafirmar la cooperación y colaboración entre ambos países en escenarios multilaterales y de defender el multilateralismo, significó.
El directivo subrayó que «vivimos en un panorama donde la comunicación global está marcada por la desigualdad del poder del discurso. Romper la barrera y construir un sistema de
comunicación equilibrado a pesar de sus diversidades, y comprensivo sin imposiciones, es prioridad».
Como parte de los debates, la reconocida profesora Isabel Monal aseveró durante los intercambios que estamos en un momento geopolítico fuerte, quizá en un tiempo de incertidumbres. En ese sentido, recordó que los análisis del contexto son fundamentales, pero las esencias siguen vivas, están ahí.
El imperialismo no puede funcionar sin las oligarquías, aclaró luego, y llamó al auditorio a siempre hacerse preguntas, a cuestionarlo todo para así abrir los caminos frente a los desafíos actuales.
Soy un joven revolucionario producto de la Revolución Bolivariana y también de la Revolución Cubana, de una revolución que tiene un contenido de carácter teórico, pero ha sabido construir una praxis frente al imperialismo, expresó por su parte David Gómez Rodríguez, escritor y politólogo, Doctor en Ciencias en Desarrollo Humano y miembro de la Vicepresidencia de Formación e Ideología del Partido Socialista Unido de Venezuela.
«Hoy se están moviendo las placas tectónicas de la geopolítica. El nuevo mundo que estamos viendo nacer va a tener llanto, sangre, como lo atestiguamos en los frentes imperialistas abiertos por la OTAN y el resurgimiento de demonios que creíamos aplastados en el siglo XX, como el fascismo y expresiones similares en proyectos de extrema derecha de carácter neoliberal que buscan mellar los avances de la clase trabajadora en el mundo», reflexionó.
Sin embargo, Gómez Rodríguez realzó que debemos sentirnos orgullosos del sur global, porque la insurgencia de los movimientos políticos ha transformado la forma de entender el poder en el planeta. En América del Sur vivimos un momento en el que diferentes países asumieron la ruta revolucionaria de la construcción del socialismo, entendido desde el marxismo-leninismo, y también desde el bolivarianismo a partir de que el Comandante Hugo Chávez alzara la bandera moral y política de Simón Bolívar, algo clave para entender los procesos de la región, aseguró.
Destacó que en el camino multipolar se alzan nuevas voces, como los Brics, cada vez más influyentes, y que podrían aumentar su importancia estratégica.
Por otro lado reflexionó que para entender los desafíos en la arena internacional es necesario denunciar la política del resurgimiento del fascismo. Entre muchos otros conceptos, subrayó que los movimientos revolucionarios se han visto alienados de la palabra revolución, y eso es algo que no podemos permitir.