Los vaticinios de la Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional evidencian la compleja situación económica y financiera por la que atraviesa el mundo contemporáneo Autor: Tomada de Internet Publicado: 12/04/2024 | 12:08 am
WASHINGTON, abril 11.— Los países pobres pagarán intereses por la deuda que promediarán el 14 por ciento de sus ingresos, lo que representará aproximadamente el doble de lo que abonaban hace 15 años, reconoció Kristalina Georgieva, titular del Fondo Monetario Internacional, durante una conferencia que precede a la apertura de las reuniones anuales de primavera del Banco Mundial.
Reproducida con titulares optimistas, toda vez que dio cuenta de una mejora de la economía global que evitó la recesión y repercutirá en mejores estimaciones de crecimiento para este año, la intervención de Georgieva, no obstante, también reconoció que desde la crisis de 2008 las perspectivas de crecimiento se han deteriorado y la deuda ha aumentado, «lo que plantea un desafío importante para las finanzas públicas en muchos países».
Georgieva precisó que para las economías avanzadas, excluyendo a Estados Unidos, los pagos de intereses sobre la deuda pública promediarán alrededor del cinco por ciento de los ingresos del Gobierno este año. Pero el costo del servicio de la deuda es más doloroso en los países de bajos ingresos, alertó, según la reseña publicada por La Jornada.
La titular del Fondo también señaló que el entorno global se ha vuelto más desafiante, pues las tensiones geopolíticas aumentan los riesgos de fragmentación de la economía mundial y no hay políticas que atajen los riesgos y falta de productividad.
«Nos dirigimos hacia “los tibios años veinte”, una década lenta y decepcionante».
El Fondo Monetario presentará el próximo martes formalmente sus expectativas para este año; entonces dará cuenta de una mejora en la economía global, que consideró más fuerte debido a la actividad de EE. UU. que llamó «robusta», y de muchas economías de mercados emergentes; además, dijo, se ha registrado un alivio en los cuellos de botella que la pandemia ocasionó en las cadenas de suministro.
Sin embargo, «la actividad global es débil, según los estándares históricos y las perspectivas de crecimiento se han estado desacelerando desde la crisis financiera global. La inflación no está completamente derrotada. Los colchones fiscales se han agotado. Y la deuda ha aumentado», reconoció.
Según el Instituto de Finanzas Internacionales, la deuda mundial alcanzó el año pasado la cifra récord de 307 billones de dólares.