Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros con sede en La Habana. Autor: Abel Rojas Barallobre Publicado: 28/10/2022 | 11:16 am
Un propósito: la unidad, que es necesario consolidar sobre la base del respeto y dentro de la diversidad entre todas las fuerzas políticas, comunistas, obreras y de izquierda, para poder enfrentar a la arremetida del imperialismo, del capitalismo en un mundo donde la incertidumbre reina.
Esta empresa se hizo evidente desde las palabras inaugurales del XXII Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros (EIPCO), pronunciadas por Roberto Morales Ojeda, Miembro del Buró Político y Secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, quien expuso tres preguntas esenciales: «¿Qué une a comunistas, socialistas, revolucionarios y obreros?»; «¿Qué haremos para que nuestras naciones, y el mundo en general, sean un lugar más seguro?»; «¿Cómo cumplir entonces con el ideal de justicia social que nos mueve?».
«Nos une el antiimperialismo, que resume el empeño común en conquistar un mundo de paz y de mayor justicia social; en promover el desarrollo y la prosperidad de todas las naciones; en alcanzar el bienestar y la felicidad de nuestros pueblos, y en lograr el respeto por la conservación del medio ambiente».
Reafirmando esa intención dijo el dirigente partidista cubano: «Estas nobles aspiraciones podrían volverse quimeras sino trabajamos con esfuerzo y unidad».
Hizo sustancial referencia a las guerras de dominación imperialista, encabezadas por Estados Unidos, en especial a la «irresponsable actuación y expansión amenazante de la OTAN», aunque acotó que «no son hoy los únicos factores que perturban la paz y el desarrollo mundial», una relación en la que incluyo la proliferación del fascismo, la xenofobia y los discursos de odio, «son flagelos que cada vez, con más frecuencia, acechan a muchas de nuestras sociedades y territorios».
Describió Morales Ojeda ese mundo inseguro, de demandas sociales insatisfechas y multiplicadas, donde «crecen la pobreza, las desigualdades, el desempleo y la inseguridad alimentaria. Los problemas de salud son aún más globales y letales. En resumen, se globalizan las diferencias, las injusticias sociales y la miseria».
Alertó, además, que el mundo se enfrenta a un imperio que renueva sus esfuerzos para mantener y afianza su hegemonía, y que la guerra que nos plantea no solo está en los campos de batalla, «hay otra guerra que es tan dura, compleja y peligrosa como la convencional, porque se está desarrollando a nivel de las ideas y de la conciencia de nuestros pueblos».
Enumero cuales son las pretensiones del imperialismo en esa guerra: destruir las culturas, borrar identidades, menospreciar los valores humanos y establecer modelos ideológicos que potencien el individualismo, el egoísmo, la exclusión y la violencia en las sociedades.
«Este encuentro es un marco propicio para trazar las estrategias y acciones que nos lleven por ese camino, aun cuando sabemos que no será fácil», puntualizó sobre esa guerra que se desarrolla en un terreno virtual controlado por el imperialismo, el que silencia las voces revolucionarias y comunistas en esos espacios. Al respecto denuncio que Facebook lo acaba de hacer arbitrariamente a cientos de usuarios revolucionarios.
Otra interrogante convidaba a todos los presentes a la reflexión y a la exposición de sus propias valoraciones: «¿Cómo le vamos a hacer frente?». Una interrogante que los debates de esta jornada y de la sabatina deben responder con la búsqueda de acciones unitarias que se espera estén contenidos en una Declaración Final y en un Plan de Accion para la etapa 2023-2025.
Morales Ojeda también dio a conocer a los presentes las condiciones en Cuba y recordando que en este día nuestro mar, ríos y arroyos se llenan de flores, en homenaje a Camilo Cienfuegos —como también hicieran bien de mañana los delegados—, expresó que «nuestro pueblo está escribiendo una de las páginas más gloriosas de su historia», inspirados también en Camilo, «hombre que amaba las tareas difíciles, las dificultades, que sabía enfrentarse a ellas y era capaz de realizar proezas en las más increíbles circunstancias».
Subrayó que «ha sido muy alto el precio que hemos debido pagar por la osadía de enfrentar con firmeza al imperio más grande de la historia» y al respecto reafirmó que a pesar de esas adversidades de la naturaleza y del continuado y recrudecido bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos, «estamos convencidos de que solo el socialismo puede garantizar la soberanía y la independencia. En esa dirección trabajamos, en la recuperación de la economía, el fortalecimiento de la ideología, la preservación de la paz y la unidad nacional».
Cuba, la patria de Martí y de Fidel, una de las fundadoras del EIPCO y que por primera vez es sede de este encuentro vital, necesario y oportuno dadas las actuales circunstancias que estremecen a nuestro planeta, ha recibido con afecto y espíritu unitario a las 73 delegaciones de 57 países de todas las regiones del mundo que se dan cita en el Palacio de Convenciones de La Habana, y Morales Ojeda agradeció la solidaridad.
FOTOS: Abel Rojas Barallobre.
Como conclusión de sus palabras, un llamado reiterado e imprescindible a unidad verdadera, sólida y resistente ante los intentos imperialistas de dividirnos, la que debe consolidarse sobre la base del respeto a los marcos históricos y las particularidades de cada uno de los países y procesos políticos.
«Consolidar la unidad del movimiento comunista y obrero internacional es una meta insoslayable de este encuentro, aún más cuando el imperialismo, en un revivir del macartismo, se lanza con saña contra todo lo que se defina como comunista, socialista o simplemente progresista», lo que incluye a los obreros, campesinos, estudiantes, mujeres, jóvenes, indígenas y afrodescendientes, fuerzas necesarias para luchar y construir un mundo mejor que es posible y necesario.
Trascendió que Morales Ojeda sostendría durante el transcurso de este viernes, reuniones bilaterales con seis de las delegaciones presentes en el evento.