Imágenes de los primeros prisioneros que fueron llevados desde Afganistán hasta la ilegal Base Naval de EE. UU. en Guantánamo. Autor: New York Times Publicado: 13/06/2022 | 10:59 pm
No las va a encontrar aquí, porque quizá no existan, pero si las hay, el Pentágono hará todo posible y lo imposible para que continúen sin salir a la luz: fotos de prisioneros luchando con los guardias, o del momento en que eran sometidos a la tortura del waterboarding, o siendo alimentados a la fuerza cuando estaban en huelga de hambre…
Sin embargo, mediante la ley de Libertad de Información, el diario The New York Times ha obtenido de los Archivos Nacionales las que ha llamado «fotografías menos antisépticas» de los primeros 20 prisioneros que fueron llevados desde Afganistán, vía su base militar en Incirlik, Turquía, hasta el campo de concentración que abrieron en la ilegal Base Naval de Guantánamo para quienes han negado hasta la condición de prisioneros de guerra, porque estos también están protegidos por las leyes internacionales.
Una de estas fotos la conocimos en 2011, cuando WikiLeaks publicó algunas obtenidas en los expedientes de inteligencia filtrados. Otras pocas imágenes que se vieron fueron tomadas por el Comité Internacional de la Cruz Roja. Dice la periodista del diario neoyorquino que estas fotos que ahora se publican fueron tomadas por «fotógrafos militares para mostrar a altos líderes, entre ellos Donald H. Rumsfeld, entonces secretario de Defensa, una visión íntima de la operación de detención e interrogatorio en alta mar en sus primeras etapas».
Uno de esos fotógrafos fue el sargento Jeremy Lock, de la Fuerza Aérea, quien el 11 de enero de 2002 captó esa imagen de los 20 primeros prisioneros transportados a bordo de un C-141, nave de carga de la Fuerza Aérea de EE. UU. Estaban restringidos y privados de información sensorial, y un miembro de la tripulación —según dijo el fotógrafo— le colocó una bandera de Estados Unidos en la mano del detenido con los ojos vendados y tomó una fotografía de recuerdo…
David Hicks, un australiano que fue capturado cuando combatía junto con los talibanes, fue conducido por la rampa del avión de carga en el primer día de operaciones carcelarias en la Bahía de Guantánamo. Las gafas con cinta adhesiva sobre las lentes y orejeras como las que se usan en un campo de tiro fueron vistas como una alternativa más profesional a las capuchas negras para asegurarse de que un prisionero no pudiera ver o percibir su entorno.
Los marines que custodiaban a los prisioneros iban en traje de batalla para la misión de llegada, hasta el casco que muestra la insignia del águila, el globo terráqueo y el ancla del Cuerpo de Marines de Estados Unidos, también los policías militares del ejército que los recibieron. Siguieron una rutina. Dos hombres fueron asignados a un prisionero, que estaba encadenado, esencialmente con los ojos vendados y solo podía escuchar gritos. Cada hombre fue registrado y conducido al autobús escolar donde los asientos fueron retirados y una barra de metal fue soldada al piso para que los detenidos pudieran ser encadenados mientras eran transportados. Fotos Staff Sgt. Jeremy Lock, Air Force.
El 21 de enero de 2002 fueron tomadas estas fotos por el suboficial de primera clase Michael W. Pendergrass, quien dijo que «con los grilletes puestos, era más fácil transportarlos llevándolos».
La información reveladora del Times asegura que nadie en esta imagen está identificado, pero una leyenda escrita en ese momento decía que los dos soldados estaban con el 115to. Batallón de Policía Militar. La unidad fue asignada más tarde a Abu Ghraib, Irak.
A principios de 2003 se sucedieron numerosos casos de abuso y tortura de prisioneros encarcelados en la prisión de Abu Ghraib en Irak por el personal de la Compañía 372 de la Policía Militar de Estados Unidos, agentes de la CIA y contratistas militares involucrados en la ocupación de la nacion mesopotámica.
La investigación criminal realizada por el ejército de Estados Unidos sobre Abu Ghraib se inició en enero de 2004 a raíz de la denuncia anónima efectuada por el sargento Joseph Darby. La historia destapada entonces causó la repulsa mundial a las prácticas estadounidenses en Irak.
En cuanto a lo que sucedía en Campo X-Ray, el 11 de enero de 2002 cuando encerró a los primeros 20 hombres, hubo dos fotógrafos, uno de la CNN y otro del The Miami Herald, que vieron el arribo, pero tuvieron que dejar sus cámaras.
Una semana después el Departamento de Defensa entregó una foto de los primeros 20 prisioneros de rodillas en Camp X-Ray, el campo de prisioneros improvisado donde se mantenían cautivos en los primeros meses de la operación. Fue tomada por el suboficial de primera clase Shane T. McCoy, de la Marina, e inicialmente destinada a los ojos de los jefes del Pentágono.
Unos 780 prisioneros, la mayoría jóvenes en sus 20 años, fueron encerrados en el campo de concentración, donde pasaron años sin que se les hiciera cargos ni proceso alguno, ni se conocieran sus rostros y nombres. La presidencia de George W. Bush dijo que «eran lo peor de lo peor».
La periodista de The New York Times dice que «con el tiempo, el registro mostraría que eso no era cierto. Solo 18 detenidos fueron acusados, y solo cinco han sido condenados por un tribunal militar. Diez detenidos siguen en proceso previo al juicio, incluidos los hombres acusados de los ataques del 11 de septiembre».
El presidente Barack Obama prometió cerrar la prisión, no pudo por oposición del Congreso, trataron de reducir el número de prisioneros liberando algunos porque su encarcelamiento fue error de la inteligencia de EE. UU. o eran simples soldados de infantería de los talibanes, y fueron enviados a sus naciones de origen para que ellas manejaran su situación.
Todavía 37 hombres permanecen en la cárcel.