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Más de 500 millones de mujeres trabajan en sectores muy afectados por la recesión, como el comercio. Autor: OIT Publicado: 01/07/2020 | 09:21 pm
Al concluir la primera mitad del año, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) alerta sobre la disminución de horas laboradas. Según el organismo, de abril a julio se trabajó un 14 por ciento menos a nivel global, lo que equivale a una pérdida de 400 millones de empleos de tiempo completo.
La cifra, como suele suceder por estos días, sobrepasa lo previsto en mayo por cuatro puntos porcentuales y en 95 millones de puestos laborales, y los peores escenarios están en América.
En momentos en que la economía global es una víctima más de la Covid-19, el continente americano experimentó una contracción de horas de trabajo del 18,3 por ciento, seguido por Europa y Asia Central (13,9 por ciento), Asia-Pacífico (13,5 por ciento) y África, último continente donde llegó el virus y el de mayor población joven del orbe, con una disminución del 12,1 por ciento.
Detrás de la cifras, hay variables: la enfermedad, la cuarentena, el confinamiento y el cierre de los trabajos, las economías al borde de un crack y la necesidad de imponer otras rutinas productivas encabezadas por el teletrabajo y/o trabajo a distancia.
Sin embargo, es importante ver también más allá de los números netos (que pueden espantar, es cierto, pero también servir de impulso para seguir buscando soluciones a mediano y largo plazo) y en ese aspecto la OIT pone el acento en las mujeres.
No se trata de pensar en clave «sexo débil» o de esgrimir cuestiones que algunos pueden considerar «feminazis» o subjetivas, la brecha salarial existe (además de recibir en mucho países menor salario por el mismo dinero, también es más difícil acceder a puestos mejor remunerados) y la organización teme —informa PL— que algunos de los modestos progresos en materia de equidad de género alcanzados en las últimas décadas se pierdan e incluso empeoren las desigualdades.
A nivel mundial, casi 510 millones (40 por ciento) de todas las mujeres empleadas trabajan en los sectores más afectados, como la hostelería, la restauración, el comercio y la industria manufacturera, frente al 36,6 por ciento de hombres.
Casi en paralelo, desde Países Bajos, llegaba un estudio de uno de los sectores más afectados: el comercio. Refiere la holandesa Oficina de Análisis de Política Económica, que las exportaciones retrocedieron en el mes de abril significativamente en varias regiones, que llegaron a la cifra del 23 por ciento para la Eurozona y Estados Unidos.
En tanto, América Latina se contrajo un 21 por ciento en el sector y Japón tuvo una disminución del 14 por ciento.
Por su parte, las importaciones cayeron 18 puntos porcentuales para Latinoamérica, 17 por ciento para la Eurozona y 11 para Estados Unidos.
En general, durante febrero, marzo y abril, el comercio no creció en ninguna parte del mundo, mientras que la producción industrial (en medio de la debacle de fábricas paradas en todo el planeta) solo creció, discretamente, en China, África y Medio Oriente.
La fecha y las cifras de este último dato arrojan luces en cuanto es posible hacerle frente a la recesión económica que ya existe, pero que llevará reinventarnos en gran medida. Hablar de una «nueva normalidad» va más allá de solo pensar(se) con nasobucos y desinfectantes a largo plazo, significa también cambiar para revertir la baja.
Recuperación laboral
Para la OIT, la recuperación en la segunda mitad del año es sumamente incierta.
Para ello, diseñó tres posibles escenarios, en el que, el peor de todos prevé un descenso de las horas de trabajo de 11,9 por ciento o el equivalente a 340 millones de empleos a tiempo completo; mientras que el más positivo espera una disminución de 1,2, es decir de 34 millones de puestos.
