Juntos en el gobierno, Sánchez e Iglesias pudieran al fin acercar sus posiciones. Foto rtve.es Autor: www.rtve.es Publicado: 07/01/2020 | 09:37 pm
MADRID, enero 7.— Pedro Sánchez, líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), fue investido este martes presidente del Gobierno en la votación más ajustada de la historia de la democracia en ese país. Tras obtener en el Congreso de Diputados 167 votos a favor, recibir 165 en contra y presenciar 18 abstenciones, por fin formará, junto a la agrupación izquierdista Unidas Podemos (UP), un inédito Gobierno de coalición.
El pasado domingo —recuerda ANSA—, en la primera votación, Sánchez no consiguió la mayoría absoluta de 176 votos que necesitaba de los 350 diputados para triunfar en dicha instancia.
La agencia AFP destaca que el áspero debate en esta segunda vuelta augura una «legislatura turbulenta», a pesar de los aplausos de la bancada socialista. Los diputados de Podemos, formación heredera del movimiento antiausteridad de los indignados que entrará por primera vez al Gobierno, estallaron en gritos de «Sí se puede» y Pablo Iglesias, su líder, lloró emocionado.
«España abre un tiempo para reivindicar el diálogo y la política útil. Un Gobierno para todas y todos que amplíe derechos, restaure la convivencia y defienda la justicia social», se congratuló en Twitter el líder del PSOE.
Llegado al poder a mediados de 2018 mediante una moción de censura que desbancó al conservador Mariano Rajoy, del Partido Popular (PP), Sánchez se impuso esta vez sostenido por el PSOE, Podemos, los nacionalistas vascos del PNV y otros pequeños partidos regionales.
En un Parlamento muy fragmentado, para su triunfo fue clave la abstención de la formación independentista Izquierda Republicana de Cataluña (ERC), que significó un voto de confianza al PSOE aunque con «escepticismo», según dijo sin medias tintas en la tribuna la diputada Montse Bassa.
«Personalmente, me importa un comino la gobernabilidad de España», afirmó la parlamentaria, quien pidió la libertad de los nueve líderes separatistas condenados en octubre a largas penas de prisión por intentar la secesión de Cataluña en 2017.
En el marco del acuerdo para que ERC permitiera la investidura, el Gobierno central y el ejecutivo regional catalán, controlado por los independentistas, deben instalar una mesa de diálogo para encauzar el conflicto político en la rica región nororiental de 7,5 millones de habitantes.
El Gobierno de coalición con Podemos —cuyo líder, Pablo Iglesias, ocupará una de las vicepresidencias— promete medidas, como un alza impositiva a los más ricos, regulación de alquileres y la derogación parcial de una reforma liberal del mercado laboral.
Su concreción pone fin a una parálisis iniciada con las legislativas de abril, que tuvieron que ser repetidas en noviembre al fracasar la formación de un gobierno, pero analistas dudan de que ponga punto final a una inestabilidad crónica instalada desde 2015 cuando voló en pedazos el bipartidismo del PSOE y el PP.
El nuevo Ejecutivo, cuya composición Sánchez debe oficializar en breve y sostener un primer Consejo de Ministros este mismo viernes, tiene asegurada la oposición sin tregua de la derecha y la extrema derecha.
El conservador Partido Popular (PP) de Pablo Casado, quien durante el debate de investidura prometió utilizar cualquier recurso contra el «gobierno Frankenstein», acusó a Sánchez de ser un «Caballo de Troya para meter en el Gobierno a quienes se han conjurado para destruir España tal y como la conocemos hasta ahora».
Por su parte, Santiago Abascal, jefe del ultraderechista Vox, afirmó que «Sánchez quiere copresidir un gobierno ilegítimo porque de la mentira y el fraude brutal a los españoles solo puede nacer la ilegitimidad».