Dulce trabajo
Una compañía británica de golosinas está a la búsqueda de sus 12 catadores, quienes tendrán el trabajo más delicioso posible: probar sus galletas de chocolates y valorar el sabor. La empresa no impone muchas condiciones, pues no es necesario tener experiencia previa —más allá de la que ofrece toda una vida de comer dulces— y ofrece un entrenamiento al respecto; solo pide a los aspirantes que sepan expresar correctamente su opinión. Como es de suponer, muchos ya se han presentado, pues, por supuesto, por 14 libras esterlinas la hora y otros beneficios vale bien la pena el atracón de chocolate.
Súplica on-line
Wendy Lange se cansó de vivir en uno de los más fríos estados de EE. UU. y al colocar el anuncio en internet intentó ser lo más sincera posible. «Odio Iowa, por favor compra mi casa», dijo la señora en un texto que acompaña su foto frente a la casa y en medio de la nieve. Según el agente de bienes raíces, se han recibido cientos de ofertas de compra y el anuncio de Wendy se ha hecho viral. «¿Qué es viral?», pregunta la congelada vendedora.
El precio de una mordida
Dicen que es mejor precaver que tener que lamentar, pero para una bióloga estadounidense la precaución alcanzó el precio de casi 50 000 dólares. Jeannette Parker se encontraba en Florida cuando fue mordida por un pequeño gato salvaje y, preocupada, fue a recibir una vacuna contra la rabia. Le dijeron que podía ser cara, pero nunca imaginó que una sola dosis pudiera costarle más de 46 000 dólares, más otros miles por la atención. La pobre mujer salió inmunizada y rabiosa de la consulta médica.