Este año el segmento de alto nivel del organismo en su 74 período de sesiones cuenta con la participación de 135 jefes de Estado y de Gobierno. Autor: ONU Publicado: 25/09/2018 | 10:08 pm
NUEVA YORK.— La primera jornada de la sesión de alto nivel del 73er. período de sesiones de la Asamblea General de la ONU, donde intervienen presidentes, primeros ministros, cancilleres y responsables de las delegaciones, fluyó como se esperaba: un discurso prepotente, amenazante, verdaderamente «antinatura» del inquilino de la Casa Blanca, y la réplica franca o indirecta de prácticamente el resto de los jefes de delegaciones, incluidos aliados cercanos.
Como es tradición, Brasil continuó siendo el primer orador de la jornada, pero EE. UU. se saltó el segundo turno, que le corresponde desde siempre, lugar que ocupó Ecuador... y luego habló Donald Trump.
Mucho ya se ha comentado sobre lo que dijo, y en la edición de hoy los medios de comunicación del planeta —incluidos los cubanos— abundan más. El Gobierno de Estados Unidos volvió a aislarse. «Rechazamos la ideología del globalismo, y abrazamos la doctrina del patriotismo», fue una de las frases del magnate inmobiliario.
Los oradores que le siguieron «nadaron» a la contra, tanto los primermundistas europeos como los líderes de naciones del Sur. No hubo «conspiración», solo sentido común. Las variaciones políticas, culturales, ideológicas y religiosas entre unos y otros mandatarios o países no lo facilitarían.
Tantos disertadores no pueden estar equivocados. Desde los dignatarios africanos hasta Emmanuel Macrón (presidente de Francia, con su largo y encendido discurso sobre variados temas), pasando por Recep Tayyip Erdogan (Turquía), se refirieron al multilateralismo como necesidad y realidad inobjetable.
«El unilateralismo nos conducirá a replegarnos, al conflicto, a la confrontación generalizada, a todos contra todos».
La defensa del multilateralismo, de un mundo global más justo, equitativo e inclusivo, de la cooperación internacional, así como la urgencia de reformar el Consejo de Seguridad y defender la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, fueron «pi constante» en la inauguración de la sesión de alto nivel del 73er. período de sesiones de la Asamblea General de la ONU.
También lo fue la condena mayoritaria a las medidas unilaterales de unas naciones contra otras, entre ellas el bloqueo de EE. UU. a Cuba, tema que fue traído a colación por el presidente Enrique Peña Nieto: «México reitera su llamado a poner fin al bloqueo económico y financiero contra Cuba», expresó.
Díaz-Canel en la ONU
Está previsto que el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, intervenga hoy miércoles en el debate de la Asamblea General, aunque primero hablará en la Conmemoración del Día Internacional para la eliminación total de las armas nucleares, entre otras actividades.
Son discursos que levantan expectativas, al menos en la carpa instalada sobre el césped de los jardines de la ONU, donde estamos trabajando los periodistas. Cuando se dan cuenta de que somos cubanos, algunos nos preguntan «¿qué podría decir el “nuevo presidente”?», o «¿cómo le está yendo en Nueva York?».
Desde que llegó a la Ciudad Ícono, su estancia ha levantado interés, curiosidad y hasta cariño, así fue en el recorrido del domingo, día de su arribo, desde el aeropuerto hasta la sede de la Misión permanente de Cuba en Naciones Unidas, cuando no pocos transeúntes saludaban la caravana al detenerse en las intersecciones debido a los embotellamientos.
Muchos grababan el momento en sus celulares. Cualquiera podría pensar que era por la novedad de «alguien importante» que podría estar pasando, pero las visibles pancartas impresas con la bandera patria y el nombre de Cuba, que estaban pegadas en los parabrisas de los autos, no dejaban lugar a dudas.
Algo parecido pasa cuando llegamos en el vehículo que nos está prestando servicio en la cobertura —pancarta incluida con una imagen de nuestra bandera y el letrero Press Cuba en el cristal— a las inmediaciones del edificio de la ONU, y el dispositivo de seguridad nos detiene y nos obliga a tomar por otro lugar para poder bajarnos, porque va a pasar la caravana de un mandatario.
«Dale, Cuba», dicen los agentes de la policía de Nueva York mientras tamborilean bulliciosamente sobre la parte trasera de nuestro auto.
[Vea más de lo ocurrido en la primera jornada de la sesión de alto nivel del 73er. período de sesiones de la Asamblea General de la ONU]