El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 05:55 pm
MADRID, septiembre 29.— Los socialistas españoles se encontraban este jueves inmersos en una lucha fratricida tras el intento de forzar la dimisión de su líder Pedro Sánchez, mientras el conservador Partido Popular (PP) no logra el apoyo requerido para que Mariano Rajoy, quien desde diciembre es presidente solamente en funciones, consiga una nueva investidura como mandatario.
Los disidentes del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) —17 de los 35 miembros de la ejecutiva federal presentaron el miércoles su dimisión— exigen a Sánchez que permita gobernar al PP para darle tiempo al PSOE de fortalecerse desde la oposición después de cosechar en el último año los peores resultados electorales de su historia tanto a nivel nacional como en algunas regiones clave (Cataluña, País Vasco y Galicia).
AFP reportó este jueves que, tras la maniobra del miércoles, el PSOE está empantanado en una guerra fratricida, en la que los detractores de Sánchez desconocen su autoridad y lo llaman a reconocer oficialmente su caída.
Verónica Pérez, presidenta del comité federal del PSOE, su «parlamento» interno, fue este jueves a la puerta de la sede nacional para presentarse ante la prensa como «la única autoridad» existente en el partido, y censuró la decisión de Sánchez de «atrincherarse» en el cargo.
Sin embargo, el interesado, que es el primer secretario general del PSOE electo de manera directa por las bases, ha apostado por solicitar unas primarias el 23 de octubre, en las que la militancia renueve su liderazgo.
Más allá del futuro inmediato de Sánchez, la pregunta está en ver si esta grave crisis en el PSOE desbloquea la situación política en España, donde el Gobierno lleva en funciones desde el pasado diciembre.
El PP ganó sin mayoría absoluta los comicios del 26 de junio, por lo que necesita apoyos externos para mantenerse en el poder, pero hasta el momento no ha logrado sacar adelante la investidura de Rajoy por la oposición frontal de Sánchez, quien sostiene que no entregará el Gobierno a un partido que acometió numerosos recortes en los años de la crisis y está citado en graves casos de corrupción.
Si no hay un acuerdo de Gobierno para el 31 de octubre, se tendrá que convocar nuevas legislativas, las terceras elecciones en un año, algo nunca visto en España.
No obstante, el politólogo Pablo Simón —citado por AFP— ve un aumento de las probabilidades de evitar esa tercera cita en urnas dado el debilitamiento de Sánchez, quien, sin «apoyo ni de grupos mediáticos ni de grupos políticos» necesitaría el respaldo de su mayor rival en la izquierda, el partido Podemos, y de los nacionalistas catalanes, quienes avanzan en un referendo de independencia rechazado de plano por los socialistas.
Dentro del propio PSOE, la influyente presidenta socialista de Andalucía, Susana Díaz, censuró este miércoles esas opciones y afirmó, sin nombrar a Sánchez, que últimamente «ha habido exceso de temeridad y de aventurismo».
Todo ello pudiera permitir al «insumergible» PP salir librado de esta compleja situación y conseguir investir a Mariano Rajoy pese a las recias críticas que ha recibido por su gestión al frente del Gobierno español.