Los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de Rusia, Vladimir Putin, analizaron este lunes por teléfono el acuerdo entre sus Gobiernos para implementar un alto al fuego en Siria a partir del 27 de febrero, afirmó la Casa Blanca, que reconoció que probablemente el pacto será «difícil» de aplicar.
EFE reportó que, a solicitud de Putin, los mandatarios hablaron sobre el acuerdo «para lograr un cese de hostilidades en Siria», según dijo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, en su conferencia de prensa diaria.
El acuerdo excluiría los ataques al Estado Islámico (EI) y a otras organizaciones terroristas como Jabhat al-Nusra. La Casa Blanca reconoció que será «difícil de implementar» y que habrá «obstáculos».